miércoles, 28 de marzo de 2012

BROOKLYN MAN


ALLAN: ¡Pobrecillos! cuando no están preocupados por si mismos les da por pensar en mí. Actores. Supongo que tendrán su corazoncito a pesar de ser predadores de emociones ajenas. Y no es que no sienta aprecio por todos ellos, son geniales de verdad… pero, en ocasiones, les estrangularía y no metafóricamente si he de ser honesto. Ellos, ellos son tan sofisticados e instruidos… que… quiero decir… sí, es cierto, su nivel cultural eleva la media  nacional a niveles admirables, sobre todo en el estado de Wisconsin pero ¿es, es, es realmente necesaria la presunción constante de veracidad en sus exposiciones? ¿no es incompatible esa soberbia urbanita con la anhelada humildad actoral? No sé ¿Qué diría Stanislavski si no estuviera criando malvas? En fin, saben de todo, hablan de todo, incluso de lo que no les incumbe, fingen sentirse cómodos tras esa máscara de seguridad que portan para no mostrarse como lo que son realmente: Dianas de colores llamativos sobre las que, tarde o temprano, acabaré lanzando mis dardos. Sus vidas están regidas por un ridículo universo intelectual y chispeante en el que es mejor considerado quien tiene un caniche con peinado en forma de seto de los jardines del Palacio de Buckingham, que quien deslumbra en la escena por hacer creíble lo que sólo Bergman o Fellini pueden dibujar con maestría. Esa es la contradicción del gremio y supongo que eso es lo que lo hace atractivo a nuestros ojos, aunque he de reconocer que a mi me entran ganas de echar a correr, por lo menos, hasta Groenlandia. Nada queda del clasicismo y la elegancia de otros tiempos. Ahora fastuosidad y vulgaridad van siempre de la mano, a pesar de que,  paradójicamente, para declamar a Shakespeare baste tan solo con sentir el incesto y el deseo de cargarse a alguien antes del amanecer… (ríe) Me agotan, no puedo ocultarlo. Reducen al máximo mi capacidad neuronal, pero son  herramienta de vida. Hermosa dicotomía. Porque no nos engañemos, yo sigo siendo el profesor de anatomía emocional, ellos el cuerpo inerte sobre la camilla y eso hace de mí una especie de Dios y a ellos les convierte directamente en apóstoles ¿saben? Los actores son mi entretenimiento más remarcable, descontando el sexo frenético y el cine japonés; no… no hay día que no me descubran alguna de sus limitaciones, que no lloren, que no griten, que no se muestren vulnerables ¿pero, siendo pragmáticos, quién me ha preparado para sobrevivir a tanta sensibilidad desbocada? Tener un ictus está de moda, ya me entienden, y ser director en los tiempos que corren, de alguna manera es como exponerse a la neurosis del actor que vive la vida de otros para entender la suya propia. Así pues podríamos concluir que yo superviso esa vida y, de alguna forma, desempeño la función de un dios superior que todo lo ve. Lo cual, deben reconocerme, resulta el colmo para un agnóstico declarado como yo, que acaba creyendo a pies juntillas en una ficción que pretende ser verdadera. Es de locos. Si no creo en Dios ¿por qué debería creer en seres que construyen otras vidas? Cuando entro en este bucle infinito siento que podría alcanzar la quintaesencia del ser en términos freudianos o incluso existencialistas. Lo sé, elegí mal mi profesión, debí volcarme en mi otra gran afición infantil: el hurto. Pero supongo que es tarde para arrepentimientos. Mi físico de dandy insoportablemente atractivo se acerca más al prototipo de escritor con cierta reputación, que a la ajetreada vida de un ladrón de bancos. Estoy seguro, sí. Mis padres estarían orgullosos de mí si pudieran escucharme ahora mismo. Ellos fueron un pilar fundamental para no entregarme a la perdición. Aunque, no sé muy bien por qué les cuento esto, el subconsciente habla por mí, supongo…


P.D: Este es mi particular homenaje al maestro Allen y a mi profesión: "El teatro". Monólogo extraido de la pieza Brooklyn man que se estrenará en Sagunto en Junio de 2012.

22 comentarios:

  1. Cari, a lo mejor voy y te sorprendo un día apareciendo en alguna de tus obras, que Sagunto tampoco me queda muy lejos de esa ciudad mediterránea con mar que a veces visito, y de hecho, Sagunto también lo he visitado, aunque para poco más que para tomar un café.

    Uhmm, Woody Allen, o lo amas o lo detestas, les pasa a muchos, y si lo amas, lo tienes en un altar. Yo que soy especialito, pues ni me va ni me viene, ni lo amo ni lo detesto, pero hay que reconocerle su genialidad. Eso si, totalmente de acuerdo en esas palabras sobre los de la ceja, jajaja, y lo de las ganas de estrangularlos a veces... bueno, y a Penélope Cruz más, jajaja

    Bicos ricos

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    1. Bueno, pues estás invitado formalmente a venir cuando quieras, sea estreno, café, o un simple y sencillo "dejarse caer". Es cierto que a Woody o se le quiere o se le odia. Y yo que me reconcilié con él en "Misterioso asesinato en Manhattan"(O debo decir que comencé a comprender su lenguaje y su peculiar universo) doy fe de lo fácil que es la intolerancia a sus aversiones sintomáticas y recurrentes. Pero, chico, con mis alumnos he decidido trabajar al autor y me he zambullido en su particular universo y fruto de ese viaje, nace este nuevo hijito mío llamado Brookliyn man. Aprovechando la tesitura del día internacional del teatro, me pareció el texto más idóneo y de ahí el homenaje... Pero bueno, lo de la altivez actoral lo he escrito pensando en muchos actores con rostro y lo cierto es que nuestra Pe, fue una gran fuente de inspiración jejeje... Besotes.

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  2. No sabía que te dedicases al teatro, menuda sorpresa. Me encantaría verte algún día.

    Besos.

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    1. Hace un par de años que no actuo, pero dirijo y enseño. Trabajo en una Escuela Municipal de teatro como director y profe de interpretación. Lo que nos une a nosotros, por lo que te he leido, es la música... soy vocalista en dos agrupaciones musicales y el tema jazz-swing me tira mucho últimamente... No sé, seguramnete haga algo formativo para mí, en esa línea. Un abrazo.

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  3. Me fascina Allen.
    De siempre.
    No le falta razón en este monólogo.
    Recuerdo una vez en un rodaje que un técnico de sonido (famosísismo) se dirigió a los actores como "los muñecos" y me lo comí de una sentada.

    En fin, qué decirte... El Mundo de las Vanidades, pero también de una gran sensibilidad que hace que no vivas esas vidas, si no que la tuya prevalezca entre tantas.
    Tu me entiendes.

    Besos mi querido Melvin

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    1. Los dos sabemos lo difícil que resulta ser de verdad en un mundo de fición, donde la competitividad y las ansias de reconocimiento, de éxitos, de vanidad, ensombrecen el proceso actoral y personal que tanto cuesta llevar adelante. Los dos sabemos que lo más hermoso de esta profesión es precisamente vestirse de otra piel y encontrar otras respuestas alejadas de lo conocido. Los dos llevamos esa sensibilidad a cuestas en la tormenta y en los días soleados. Me encanta compartir eso contigo, amiga mía. El vínculo se hace más especial, si cabe. Un besote con intención.

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  4. Supongo que me gustan los actores. Te complican un poco la vida pero te la hacen mucho mas divertida.
    Estupendo el texto de Allen.

    Un abrazo

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    1. Ayyy, me encanta que sientas que es de Allen... Eso quiere decir que está en su onda, que expresa desde su forma de ver y pensar... Escribir Brooklyn man ha sido un arduo trabajo de investigación en el que he invertido tres meses, guiones, pelis, entrevistas... Así que es un honor que parezcan palabras de Allen, porque me he sumergido en él o al menos lo he intentado. Un abrazo y como actor que soy, no puedo más que amar mi profesión y a todos los profesionales del teatro y el cine.

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  5. Que decirte?.... si al leerla me quede prendado... respira y tiene alma, e imaginarme a cada uno de sus personajes ha sido un "acontecimiento fantástico"... tvb !

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    1. Qué bueno que exista una mano en el hombro y una mirada atenta para conducir la ilusión por buen camino. Siempre agradecido.

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  6. maravilloso texto con sabor a periodico

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    1. Gracias amiga ¿con sabor a periódico? me gusta esa imagen, esa sensación....

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  7. Melvin,
    a mí Allen me tiene ganada de siempre,así que disfruto con todo lo que tenga que ver con él.Me gusta su cine y también como persona.Me parece increíble que siendo quien es,para muchos,un DIOS del cine contemporáneo no se haya convertido en ningún momento en un genio engreído y soberbio.
    Más bien sigue siendo ese tipo que se ríe de sí mismo,de su éxito,que no oculta ni sus neuras ni sus miedos,y se muestra entre humilde y descreído.
    Para mí la inteligencia unida a la humildad siempre han sido una combinación irresistible.
    En relación a tu obra,¿estará dentro del "Sagunt a escena"?
    Bsts

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    1. Allen, uff, compartimos la admiración y el amor por su constante trayectoria, su discreción, su manejo de la palabra, de la ironía y por ser imperfectamente humano (reconozco que la eterna parodia sobre sí mismo y, por ende, de la sociedad, es lo que más me enamora de su trabajo) por exponerse "en vivo", por cada radiografía rozando la terapia intensiva, por no abandonar las eternas cuestiones transcendentales y metafísicas de la vida, por su humor no apto para todos los públicos... por eso y por muchos e importantes motivos nace Brooklyn man, pieza que desgraciadamente no estará en "Sagunto a escena" (La terraza de verano de Teatres...) sino en la casa de cultura de Puerto de Sagunto. Cosa que por, otro lado, permitirá que sea accesible y gratuito, pues se exhibe como actividad municipal. Quedas formalmente invitada, será un placer recibirte. Un besote enorme de fan a fan.

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    2. Muchas gracias,querido Melvin,
      ¿en qué fechas?
      te devuelvo ese beso de fan a fan del Brookling Man;)

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    3. Del 14 al 17 de junio. Hora por confirmar, tarde-noche en cualquier caso. Un besote.

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  8. Alucino con el monólogo.
    Parece escrito por él.
    Genial.

    Saludos.

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    1. Gracias amigo Toro, la admiración hace milagros jejeje... Bueno y muchas horas de trabajo. Me llega al corazón.

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  9. Te lo digo en serio.
    No es ningún halago.

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  10. Eres un solete y no sabes la ilusión que me hace. Compensa las horas de tibieza en las que uno duda de todo, incluso de si merece la pena tanto esfuerzo... Gracias amigo.

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