El mundo es guiado por el artificio y en la era de la imágen, este propósito, es lo más autentico que, creo, puedo reivindicar.
viernes, 25 de febrero de 2011
A LA MIERDA!
jueves, 17 de febrero de 2011
VENEZUELA
domingo, 13 de febrero de 2011
MRS ROTTENMEYER
El caso más impactante de cuántos han ido llegando por nuestra redacción es, sin duda, el de la Señorita Rottenmeyer. Su enorme éxito como personaje de la serie Heidy se vio seriamente enturbiado por unas fotos encontradas en la cómoda de su alcoba, en las que aparecía la joven Clara posando desnuda.
Todo salió a la luz cuando se estaba preparando el rodaje de una segunda temporada, de la aclamada serie televisiva, llamada: "Heidy, reina de los Alpes". Al parecer "la Rotten" mantenía estrechos contactos con la cadena dibu-porno "AYAKIKO" y con una revista manga de alto contenido erótico. A cambio de una buena suma de dinero, y de algún que otro favorcillo, la Rotten se convirtió en manager de la joven estrella. La malograda Clara pretendía así desvincularse por completo de la serie y protagonizar sus propias películas y todo habría salido a las mil maravillas si la envidiosa de Heidy, que ya se olía algo, no hubiese contratado a un detective para que siguiera de cerca a las dos únicos personajes capaces de ensombrecer su protagonismo. Una vez destapado aquel vergonzoso asunto, Clara fue eliminada del reparto y nunca más se volvió a saber de ella. En cuanto a nuestra singular amiga, fue procesada por salirse de sus papel de institutriz recta e impoluta, por introducir en el mundo manga a una menor y por perjudicar la irreprochable imagen de la serie. Como era de esperar le fue aplicada la pena máxima: ser figurante en una serie de dibujos Checa.
Al día siguiente los titulares de los periódicos más prestigiosos hablaban de aquello:
-"Fui inducida por un incontrolable ataque de ambición".
-"Sólo Juana Spyri puede juzgar mi conducta".
-"No me arrepiento de ser como soy".
Transcurridos tres meses, entre capítulo y capítulo de la serie Checa, fue pillada in fraganti traficando con unas fotos bastante comprometidas de Pichín, Blanquita, Diana y Niebla. Aquel lamentable e inexcusable suceso hizo que la productora desterrara, por y para siempre, a la Señorita Rottenmeyer del mundo del dibujo animado, pasando a formar parte de una tira de cómic en un periodicucho regional con distribución mensual.
8 años después de la sentencia, se le cedió una columna en la sección de sucesos del periódico, por buena conducta, y todas aquellas vivencias le inspiraron para escribir su best- seller: "Watashiba Rottenmeyer".
Todo salió a la luz cuando se estaba preparando el rodaje de una segunda temporada, de la aclamada serie televisiva, llamada: "Heidy, reina de los Alpes". Al parecer "la Rotten" mantenía estrechos contactos con la cadena dibu-porno "AYAKIKO" y con una revista manga de alto contenido erótico. A cambio de una buena suma de dinero, y de algún que otro favorcillo, la Rotten se convirtió en manager de la joven estrella. La malograda Clara pretendía así desvincularse por completo de la serie y protagonizar sus propias películas y todo habría salido a las mil maravillas si la envidiosa de Heidy, que ya se olía algo, no hubiese contratado a un detective para que siguiera de cerca a las dos únicos personajes capaces de ensombrecer su protagonismo. Una vez destapado aquel vergonzoso asunto, Clara fue eliminada del reparto y nunca más se volvió a saber de ella. En cuanto a nuestra singular amiga, fue procesada por salirse de sus papel de institutriz recta e impoluta, por introducir en el mundo manga a una menor y por perjudicar la irreprochable imagen de la serie. Como era de esperar le fue aplicada la pena máxima: ser figurante en una serie de dibujos Checa.
Al día siguiente los titulares de los periódicos más prestigiosos hablaban de aquello:
-"Fui inducida por un incontrolable ataque de ambición".
-"Sólo Juana Spyri puede juzgar mi conducta".
-"No me arrepiento de ser como soy".
Transcurridos tres meses, entre capítulo y capítulo de la serie Checa, fue pillada in fraganti traficando con unas fotos bastante comprometidas de Pichín, Blanquita, Diana y Niebla. Aquel lamentable e inexcusable suceso hizo que la productora desterrara, por y para siempre, a la Señorita Rottenmeyer del mundo del dibujo animado, pasando a formar parte de una tira de cómic en un periodicucho regional con distribución mensual.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)