domingo, 22 de marzo de 2009

UNA PÁGINA EN BLANCO


Hay veces en las que uno tiene la impresión de enfrentarse a una página en blanco en el libro de la vida. Una parada en el tiempo que requiere de atención extraordinaria, por no tratarse de nada rutinario y cotidiano, para escribir con buena letra y pulso sereno todo aquello que está sucediendo y que está dejando algún tipo de huella. Últimamente me he sentido así, como si hubiera llegado a un momento de mi vida que me pide serenidad y sosiego para que la página sea clara, legible y sin tachones. Quiero disfrutar de esta escritura, convertir esas hojas diáfanas en una buena plataforma para mi caminar. Lo bonito del proceso es, quizás, poder permitirnos, de cuando en cuando, mirar alrededor y comprender que detrás de las hojas sin escribir vuelven a haber hojas escritas y repletas de cosas sorprendentes. ¿No es esa la magia de la vida?