viernes, 21 de diciembre de 2012

A LA MIERDA III




                              
A la mierda la evacuación forzada, 
los desahucios, la extradición, el sentido de propiedad, las hipotecas a 40 años y ese hurto desalmado y constante al que hemos sido sometidos casi sin darnos cuenta. A la mierda los señores/as con corbata, que mandan a los señores/as con casco a que tiren a señoras/es con niños a la mismísima calle y sin reparos. A la mierda los recortes, las acciones preferentes que adjudican nula preferencia a quienes confiaron en esa caja de sueños rota. A la mierda los que engañaron para ampliar su comisión, los que abusaron de ancianos y gente sin recursos, los sueldos vitalicios, los puestos elegidos a dedo, los putos imputados que jamás pagan ni pagarán ninguna culpa y cuyo nombre se saneará con el tiempo. A la mierda los que callan por huir del compromiso, los que otorgan poder con su silencio, los que abusan con conocimiento de causa y los que causan esta tragedia diaria de víctimas y verdugos. A la mierda un poco todos, que participamos de esta fiesta del mal gusto con brindis desfasados y con todos los honores: ostentación, opresión, mofa y vergüenza... A la mierda los que asesinan y ocultan cuerpos, los que encubren a asesinos, los que mienten para salvarse, los que mutilan las esperanzas de familiares y amigos y los medios de comunicación que quieren vendernos el drama como un intento solidario de acercar el crimen a las masas para que la digieran con más comodidad. Asco!!! A la mierda los que adoptan una posición neutral ante los crímenes de guerra para poder seguir traficando con armas, barriles de crudo o contratos empresariales firmados de antemano. A la mierda, y esta es personal, los peluqueros entrometidos que trafican con vidas privadas en lugar de centrarse en las deficiencias personales o de colocarse rulos en la cabeza... Ay no, que no tienes pelo... A la mierda tú también.





domingo, 16 de diciembre de 2012

PIEDRAS


Insertadas en la tierra
testigo mudo del silencio
activo endurecido y calloso de la historia.
Retrato en vivo de la emoción propia del tiempo
desfilando galopante, extenuada al fin por tanto cambio
por la infatigable sucesión de acontecimientos.
Imagen inalterada de lo que pudo ser
antes del asedio inerme de la memoria
anquilosada durante siglos, brillante y lúcida en horas de penumbra.
Respuestas camufladas entre grietas y musgos
en el desquicio de telarañas ciertamente fosilizadas.
Enigmas disolutos, palabras sin descifrar, 
huellas adheridas a la piel de roca.
Refugios en ocasiones, poesías peregrinas que hablan de quietud y abandono. Corazones pétreos. 
Abrigos para nómadas invertebrados, proyectiles asignados a adulteras siempre lanzados por hombres que dicen llamarse justos.
El pecado proyectado en catapulta, surcando los cielos en busca de creador.
La esperanza última del sabio que diserta sobre la vida huyendo de toda posibilidad de réplica.
El vestigio más ansiado, la preciosidad más preciada. 
El precio de un desliz es una incómoda partícula incrustada en el pie, recordatorio eficaz y constante, excavadora de heridas en el alma y en el talón, por ello Aquiles sucumbió...
Sin embargo, hay algo tierno tras la coraza. Veo luz y vida bajo ese manto de pliegues y sedimentos 
y aunque no exista un corazón físico... 
Siempre he sentido que hay un palpitar.




lunes, 3 de diciembre de 2012

LA ELEGANCIA DEL ERIZO



Tenía yo pendiente compartir con todos vosotros esa delicia narrativa de la francesa Muriel Barbery. Estirando las sensaciones de sus últimas y geniales líneas, cuyo contenido no os desvelaré por mucho que me muera de ganas, me ratifico en la grandeza de un texto que cuesta digerir y que en ocasiones he tenido que revisar para alcanzar su comprensión, al menos parcial. Y su grandeza no reside sólo en el hecho de ser un texto poético, filosófico ( no en vano Muriel es profesora de filosofía) y claramente atípico, sino que además se sostiene con solidez gracias a unos personajes exquisitos y llenos de matices, reflexionando sobre el por qué de la vida y vaciando la papelera de miserias, tristezas e inquietudes varias. Entre esos personajes uno no puede evitar querer especialmente a Renée, esa portera de finca burguesa parisina que se ha agazapado, como el erizo, bajo el anonimato que le otorga el prejuicio social, el mismo que impide a la mayoría reconocer la elegancia que esconde tras la puerta de su humilde hogar. Sabia y curiosa en la intimidad, pero servil e ignorante en el escaparate perfecto en el que se muestra. Sólo algunas almas de exquisita sensibilidad son capaces de reconocer al ser humano que todos parecen ignorar. Una de esas personas es Paloma, una niña superdotada con tendencias suicidas y con el sentido agudo de la crítica hacia la vacuidad de su entorno, familia y futuro. Sus ojos saben reconocer la belleza y autenticidad de lo que pasa desapercibido a la mayoría y esa excepción incluye a Renée. También está el Señor Kakuro, un jubilado japonés cuya amabilidad y cortesía eclipsan a toda la finca sin excepción, rico de espíritu, y millonario en su economía, encuentra su propio deleite vital en la degustación de exquisiteces gastronómicas, literatos rusos y cine japonés. No desgranaré más ni trama, ni personajes, esa es mi baza para invitaros a una fiesta de emociones y a descubrir la forma tan "diferente" que tiene la autora de relatar y de envolverte en una historia de las que se recuerdan siempre, de veras. `

Por cierto, sé que hay una versión cinematográfica del 2008, no sé si atreverme... Consultaré a mis asesores cinematográficos: "Troyana y DeWitt" que siempre me enriquecen con sus ilustrados posts.


viernes, 23 de noviembre de 2012

DE ESPALDAS AL MUNDO


Si algún día me das la espalda,
que sea por un buen motivo,
un error, no es razón 
aunque hiera
como espino
                                                                                                                          Tabarca. 2006
No te enojes, 
no me ignores,
no envenenes de silencio
este espacio compartido.
No destruyas cada sueño
ni los proyectos comunes.
No descosas esas alas
las de vuelos aún posibles.

                                                                                                                          Lindau. 2006
                                     Si alguna vez la luz,
en otro tiempo conquista   
viajando va a la deriva
por no saber de refugios...
no huyas en la penumbra,
no marches si arrecia el frío
busquemos otra salida
y salvemos este vacío.

                                                                                                     Playa de los muertos. 2005
                                     si alguna vez la vida 
                                     nos tiene castigados
                              frente a un muro adusto y avaro 
                                   de cotas inalcanzables... 
                                  alcemos la vista al claro
                                  veamos con otra mirada.
                                  qué importa si no llegamos
                                   tal vez no suceda nada.

                                                                                      Aarhus .2008                       
                               si alguna vez, ya lo sabes...
                                  no fuéramos nosotros 
                               te pido no des la espalda
                                a la calidez de un ocaso.
                            Tan sólo un momento bastara
                               para reconocer la herida
                              y seguir caminos distintos,
                                seguir futuras estrellas.

                                                                                                                            Helsinki.2010
pero si dar la espalda
es detenerse sin prisa
a contemplar un detalle
una porción de la vida.
Si mantenerse al margen
no significa aislarse,
más bien conectarse
a la esencia misma del viaje.

                                                                                                                 Lago Constanza.2006
si el horizonte es espejo
donde poder contemplarse
y la quietud una aliada
y el viento consejero
y las aves interrogante
y el mar tempestad de calma

                                                                                                                                   Turku. 2010
si la oscuridad ya no asusta
y las manos se buscan
 en el imaginario
si soledad es sólo una canción
y llorar  una  cita a ciegas...
Entonces, sólo entonces 
pensaré que pasó una página.
Sentiré que la espera es de sabios.

                                                                                                                                        Gotland. 2010

sábado, 10 de noviembre de 2012

LA CANCIÓN DE LAS NENAS


    

     No es nada fácil encontrar      
     personas buenas de verdad.
     Corazones generosos
     vagando por la ciudad.
     Dispuestos a darlo todo
     a cambio de… música.

     Cada día una odisea,
     pensando como vivir sin penas
     y la fatiga, la impaciencia, 
     el pesar de mi conciencia. 
     Noooooooooooooo, nooooooooooooooo.

     Y es normal que yo me sienta 
     como vulgar dependienta.
     Vendo almas, vendo sueños, 
     mi destino no tiene dueño. 
     Nooooooooooooo, nooooooooooooooo.

     Me levanto sin aliento, 
     como cuando me arrepiento
     de palabras, de proyectos 
     que no llegan a buen puerto. 
     Noooooooooooooooooo, nooooooooooooooo.

     Somos las nenas, en busca de mecenas
     Si nos ayudas, se acaba la condena.
     Danos un poco de tu celebridad,
     invierte todo que no te va a pesar.
     Somos las nenas, en busca de mecenas.

     Dame un poco de dinero
     para hablar de lo que quiero, 
     sin complejos, sin misterio, 
     no me digas que no es serio. 
     Noooooooooooooo, nooooooooooooooo.

     Todo lo que te rodea
     es la vida de una era, 
     de pirados, fugitivos, 
     seres muy alternativos. 
     Noooooooooooooo, noooooooooooooooooooo.

     No hay razón para asustarte
     todo es vida, todo es arte
     y si confías, si te entregas
     no habrá nada que contenga… 
     a esa voz interior que te hacer pensar
     que no hay nada mejor
     que apostar por la magia de Cirkus.

     Somos las nenas, en busca de mecenas.
     Si nos elijes, serás la mejor prueba,
     de que tu vida miserable de estrés
     Podría verse de repente al revés.
     Somos las nenas, en busca de mecenas.
     Si nos ayudas, se acaba la condena.
     Danos un poco de tu celebridad
     Invierte todo que no te va a pesar
     Somos las nenas, en busca de mecenas.






                            Tema de la comedia musical "Cirkus" escrita y estrenada en el 2009





jueves, 1 de noviembre de 2012

OTOÑO




Todo cae, el pelo, la vida, las hojas, la luz crepuscular. Se muda el ambiente y parece florecer un halo de melancolía, pero sólo lo parece. Subyace bajo el asfalto un grito sin eco, atrapado, de esos que pierden su fuerza tras el fulgor de las tormentas. Debe ser la voz inaudible de la rabia, aplacada por tantos y tantos sueños truncados o quizás sólo sea un quejido, el inconformismo encapsulado en una mueca de formas grotescas, una premonición o la simple aceptación de un tiempo nada luminoso. Quisiera un baño de luz, un masaje facial de micro-partículas activando cada célula adormecida. Pero la humedad ya acaricia la planta de mis pies, anuncio del frío que está por venir. Soy un ser estival; qué le voy a hacer. Ya me he congestionado, pero tampoco siento la clásica morriña que caracteriza a los días de tardes demasiado cortas y paseos en bici, entre la foresta. Me convierto, casi sin quererlo, en un ser de extrañas aficiones como un plantígrado en el declive de su vitalidad, a la caza de una cueva desocupada. Hoy quisiera ser oso y guarecerme en lo más profundo de una cavidad mullida y confortable, retorcerme en mi letargo y replegarme en mi mismo desafiando a esta musculatura mía tan poco acostumbrada a vivir en el límite de su quietud. La nube gris es demasiado espesa, los tonos ocres y rojizos son sólo una quimera a la que quiero asirme rotundamente, sin paliativos ¿Quién ha robado mi otoño? ¿Dónde quedan los instantes de plenitud y mirada perdida, adherida a un punto fijo y anclada en la abstracción del pensamiento? Siento el invierno galopante, sin tránsito, y un año más, me quedo sin Irati o sin Canadá. Pareciera que el otoño anhelado se refugia también en su propia burbuja, esperando para explotar de júbilo cuando los ciervos bramen de nuevo sin huir del fuego o del clamor de las escopetas. Mientras espero que suceda el acontecimiento fantástico, recojo una hoja seca del suelo, la estrujo entre mis manos y ni siquiera esta medida desesperada de invocación, hace que me inunde la luz ámbar de ese tiempo de mudanza. Tendré paciencia, todo llegará.




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jueves, 25 de octubre de 2012

POLSKA (UN PASEO POR SILESIA Y LA PEQUEÑA POLONIA)




Rendido quedo ante los encantos cegadores de esta tierra asediada por los pasos de la historia. Cautivado por las huellas imborrables del pasado, por esa indisoluble comunión de sus paisajes de ensueño y sus apacibles callejas. Basta respirar más allá de la sombra omnipresente de ese tal Wojtyla para entender que nos encontramos frente a un pueblo y una cultura que han sabido resurgir de sus propias cenizas. Y lo han hecho, cosa nada fácil, tras el asedio sufrido por soviéticos y alemanes y tras la consideración, de una Europa fragmentada que veía a este pueblo con malos ojos, de nación indigna e inferior. Pero nada más alejado de la realidad. A pesar del dramático precedente histórico, nos encontramos ante una nación confiada y abierta a la comunicación, sin aires de grandeza, ni falsas modestias. Una sociedad trabajadora y prudente con un empeño vital por salir del, aún latente, influjo comunista para encontrar su propia identidad, la arrebatada y vilipendiada por todos, casi sin excepción. Y cuando uno está con los pies caminado por sus valles, bosques, ríos o barrios, degustando sus pierogi o asumiendo su monumental trazado y sus espectaculares cumbres cae en la cuenta de que todo en ella es un descubrimiento digno de ser contemplado. Sobre todo si eres de esos que se deja enamorar por los lugares y sus gentes, con la mente abierta y los poros como filtros sensitivos que absorben ávidos toda la información. Con todo lo alejados que resultan sus hábitos, cultos y folklore, el clima resulta cercano, familiar, reconocible. Curioso, pero cierto. Esto me pasó también en Suecia, una de esas extrañas químicas que te hacen desear no sólo un pronto regreso, sino vivir  con sosiego el descubrimiento, sin prisas y sin ansias, al ritmo del propio devenir de los acontecimientos. Como en sus pequeñas iglesias góticas de madera, verdaderas joyas de la arquitectura, auspiciadas por el sello UNESCO en las que uno puede detenerse con el tiempo y vaciarse de pensamientos. 

Auschwitz es un tema a parte. No apto para personas muy sensibles, pero necesario testimonio el que allí se encierra, para no olvidar jamás que todos somos una raza susceptible de ser masacrada. Imponente silencio, impecable explicación del guía (Un tal Jareck) sin dramatismos pero con la afectación necesaria para humanizar el horror. Ahora sí, resulta imposible no revivir cada momento como si la propia piel, sintiera el halo del terror... En la distancia, pero tan, tan real. No olvidaré jamás esas tres horas de visita.


Wroclaw y sus canales, su colorida plaza del Mercado (Sólo la Grande Place de Bruselas me ha impresionado tanto) y un restaurante muy sencillo, pero rico, rico... De esos que recomendaría a alguien especial. Y el tiempo, que si acompaña intensifica las sensaciones positivas, porque no nos engañemos, Polonia con lluvia, debe ser terrible.


Cracovia...Uff... Ese barrio judío y ese cementerio... Qué puedo decir... La catedral, el Wawel, el Vístula, la vivacidad de sus calles. Dicen que es una de las ciudades más hermosas de Europa y no puedo más que corroborar esta afirmación tan arriesgada. Pero mientras hacía fotos, cual turista desbocado, sólo escuchaba en mi mente la maravillosa música de Schindler List del Señor John Williams... Y recordaba esa escena de la peli con la niñita del vestido rojo (Los pelos como escarpias) transitando sin rumbo mientras se desata el caos a su alrededor y nadie parece percatarse de su presencia. Que poder tienen algunas secuencias en la memoria... En fin, sigamos.




Y también están los Tatra, primos hermanos de Los Cárpatos, de una belleza poética e inspiradora. Los que nos deleitamos con la naturaleza, como es mi caso, sólo podemos sucumbir al pensamiento de caer rodando por uno de esos valles con su manto de verde improbable... Tengo que plantearme hacerlo alguna vez... ¿por qué no?                                    Pese a estar en proceso constante de desarrollo, construyéndose aún y recuperando su antiguo esplendor, Polonia tiene una conciencia ecológica que ya la quisieran muchos otros países (ejem, ejem, no quiero mirar a nadie). Los espacios naturales abundan (Posee 22 Parques Nacionales) y uno de los animales emblemáticos que representan el país es el bisonte, único en Europa (con focos de población en las fronteras con Bielorrusia y Ucrania) también hay poblaciones de Linces, lobos, Osos pardos y alces... Claro que con esos bosques...  Si yo fuera alce también me iría a pastar por allí, aquello son prados y lo demás tonterías.






Ahora eso sí, lo de las indicaciones en las carreteras, se lo tienen que mirar seriamente... Si sales de los ejes principales, puedes perder la paciencia. Incluso siendo guía profesional, con buen sentido de la orientación y un interés inusitado por la geografía... confieso que perdí los papeles, acabé claudicando y pidiendo sopitas en más de una ocasión. Si la República Checa fue el país del "no retorno", Polonia representa el terrible papel de "las indicaciones fantasmas" que giran, desaparecen, borran kilometraje o directamente te envían en la dirección contraria. Sinceramente esto es lo peor de Polonia. Eso y el alcohol. No es de extrañar cruzarte de noche por arcenes de carreteras secundarias, con borrachos zigzagueantes empinando el codo y desafiando a la gravedad y claro está, sin ningún tipo de iluminacióm...
Me quedo con sus pueblos (Zalipie, Tarnow, Swidnica...) y con sus castillos, con el amor por la tierra y el buen espíritu polaco, con los instantes irrepetibles y el sinfín de imágenes que he comprimido en estas que aquí os dejo... Espero que sean suficiente motivación para despertaros el gusanillo.


jueves, 11 de octubre de 2012

CAMILLE




    Camille Dalmais, más conocida como Camille, es una loca escénica, uno de esos monstruos que viven el arte en estado puro sin prejuicios ni filtros de artificio, dejando volar con sublime efectividad esa fantasía suya anárquica, surrealista y mágica, con tintes de decadencia, que pertenece a la esfera de los creadores sin norma. Se trata de una de esas raras bestias en bruto que de cuando en cuando enriquecen el manido mercado musical. Se me hace inevitable hacer una conexión con los artistas de la "Belle epoque" artistas cuya libertad de expresión permitían licencias creativas y expresivas que han sido referente para muchas generaciones; pero contextualizada en la actualidad, resulta más irreverente y provocadora si cabe, por aquello de ser grito y queja, poesía en rima libre, por aquello de no someterse a los anclajes de lo preestablecido en esta sociedad tan sumamente normatizada y dogmatizada.






Desde el hit "Too drunk to fuck" que le encumbró a la fama como vocalista del grupo "Nouvelle Vague" han pasado ya unos añitos, pero si hay algo que no ha variado un ápice a lo largo de su escasa pero intensa discografía (4 albums de studio y uno en live) es que siempre ha estado guiada por el afán de experimentar, lo cual refleja claramente sus inquietudes, y también que ha partido de la voz como instrumento esencial de los temas, los demás instrumentos se han adaptado a ellos de forma inexcusable. Ella es una artista increíblemente versátil, se atreve con todo incluso con el lírico, la parodia, la distorsión vocal o el beat-box. Muy completita la niña... Encima ha hecho sus pinitos en cine




Amante de performances, instalaciones y bizarradas escénicas, excéntrica y radical, irónica o salvaje, elegante siempre y enigmática también. Ha hecho cantar a su perro en directo y es muy dada a liarla parda allá por donde va; montajes muy interesantes en los platós de televisión, iglesias, garajes, campos... Lo dicho, le pirra jugar con lo no establecido y no pierde ocasión de criticar la civilización, la jerarquía social, el sistema capitalista, la falta de conciencia ecológica o la incomunicación humana a la sombra de la tecnología punta. Y encima tiene una voz que lo mismo cautiva, que se quiebra, explota o juega a su antojo, sin barreras.... Es especialista en canto a capela, no pierde ocasión de probar los matices de la voz en relación a su entorno. Sus vídeo-clips son una extensión más de ese maravillosos mundo interior; raros, raros, pero genuinos, con un toque único que parece beber de las fuentes de Dalí o Buñuel, más que de otros artistas propios de su generación. 




En su álbum "Le fil" (El hilo) juega con la metáfora de un hilo de voz que recorre inalterable todos los temas del mismo, como una melodía continuada y básica, un murmullo que se fusiona y adapta a cada tema, dotándole del dramatismo, la luz o la inquietud que requiere cada composición. En directo aparecía en escena con un hilo de maquillaje que surcaba su rostro y también se nos muestra así en la portada del álbum, con ese componente poético y sutil, pero contundente. Un detalle insignificante tal vez, que nos habla de su cuidado en la elección de cada pieza que engrosa sus proyectos. 




Tengo pendiente verla en directo, sé que será toda una experiencia... Mientras tanto, os dejo con una selección de sus pequeños-grandes momentos creativos. Loca debe estar, pero me resulta entrañable.






martes, 25 de septiembre de 2012

FREAKY MOMENTS II



El verano, época clave para la reflexión y el balance, para filtrar lo andado y comenzar a construir aquello que está por venir... En mi caso particular a parte de abordar tareas varias como el bricolaje, las finanzas, archivar fotos de viajes y organizar cenas para ponerme al día, aprovecho el extra de tiempo libre (que no de espacio mental) para cultivar a mi freaky interior revisando nuevos e interesantes materiales que compartir con vosotros, queridos míos.. Porque no nos engañemos, freakys somos un poquito todos... Pero tal vez, sólo tal vez... yo una miaja más...Jejejeje... Después de seguir la pista de nuevos e interesantes invitados a este espacio, me he decantado por 10 joyitas que nada tienen que envidiar a sus precedentes... por intensidad, originalidad, inutilidad, testarudez,
demencia o despiste. Ejem, ejem.... Comencemos.



1- La chica de la sandía: Concursos estúpidos, ya se sabe, existen y existirán mientras haya seres de media neurona sobre la tierra. Pero sinceramente reventarse el cráneo con una Cucurbitácea es indicio no sólo de tener mala fortuna y una buena predisposición al ejercicio kamikaze, sino que además denota síntomas de cabeza dura a prueba de sandía... Vean, vean...



2- Chaaaang es obstinado: Tuve que ver este vídeo varias veces para comprender el proceso mental de nuestro peculiar atleta. Fase1: Debo ganar ¡Dios, mi honor está en juego! Fase 2: ¡Vaya hoy no ando muy fino! Fase 3: Si no puedo con ellas me uno a ellas. Fase 4: ¡Que tiemble el estadio que yo no me paro! Fase 5: Comeré el asfalto pero yo no salto.... Fase 6: Siempre se puede atajar por la calle de Ming. Fase 7: Lo sabía yo sabía que valía para esto.





3- Juanga y la mala pata: Y es que lo que se nos presenta como un prodigio de ritmo y cadencia, el virtuosismo más folklórico y glamouroso de la escena latino-americana, acaba por echar por tierra (nunca mejor dicho) lo anteriormente expuesto, para decepción y espanto de sus fans y para el regocijo de esas almas retorcidas que celebran las hostias ajenas como si fueran medallas Olímpicas. El batacazo es considerable ¿Con qué cara sale uno de ahí??? ¿y qué se dice...? ¡No pasa nada, estoy bien chicos! Yo me río de mis torpezas normalmente, por si acaso...





4- ¡Ay mami-chula que te doy con la pirula!: Pedazo de mostrenco insensible el machirulo este, con espasmos de virilidad incontenida, prodigando su "savoir faire" a golpe de pelvis. Y ella, bueno, abnegación es poco. Después de recibir tremenda estacada aún tiene fuerzas de reptar cual lagartija al encuentro de su amado doncel del reggaeton. Eso es moral y no lo del Alcoyano.





5- El free style campero... Todo un filón: Eso sí que es estilo y lo demás tonterías... Si es que alguno de estos espontáneos bailarines roza ciertamente lo contemporáneo. Movimientos delicados y acompasados, equilibrando el espacio, ritmo impecable, integrando el entorno como elemento escénico, apostando por tendencias de moda alternativa, casi grunge... Vamos, rompiendo moldes. Y encima son tope majetes. Una locura rural muy entrañable, pero ¿qué les motiva a lanzarse a este desenfreno apasionado?





6- La chica de la misteriosa mancha:  A la desesperada intenta esta joven, que alardea de conocimientos científicos, camelar a la Guardia Civil y a los reporteros que están grabando un reportaje sobre la juventud, las drogas y alcohol. Su alto nivel cultural justificado por una parrafada infumable, que no se cree ni ella, cae bajo el peso de la evidencia cuando le preguntan por una mancha blanca en el pelo y asoman el pudor y la conciencia de su estado real...Ay shikilla ponte gorro de baño si vas a buseá.


                                          

7-Papá... ¿Te encuentras bien?: ¡Oh! pobre Señor Martin. Después de superar con dificultad el pánico a las alturas que ha asolado su vida durante 50 años, cede ante la insistencia de su vástago creyendo que es una buena ocasión para franquear la barrera de esos miedos viscerales que atenazaron su dura infancia, esos mismos miedos que su psicoanalista ha sabido llevar con tacto e inteligencia... Al menos hasta hoy. Atención a la forma que tiene la niña de limpiarse... No pueden mirarse ni a los ojos.


                                         


8- La víctima de Chewbacca: Las resacas suelen dar mucho juego, desde un punto de vista cómico, pero a nuestro amigo el humillado la ocasión le da para montarse no sólo un monólogo sobre "La imposibilidad de negociar una relación con alguien aparentemente inalcanzable" sino un análisis profundo y muy orgánico sobre la crueldad de ser ultrajado públicamente por una Chewbacca.


                                         

9- La chica que patina con el himno: Si es que no se puede tener todo en esta vida. Si decides cantar el himno nacional frente a 40.000 personas debes cerciorarte de conocer la letra de pé a pa. A no ser que tengas una capacidad innata para la improvisación, en cuyo caso todos esperarán de ti solvencia y una buena sonrisa... ¡Pero no huyas cobarde y si lo haces... no vuelvas o al menos asegúrate de estar bien clavada a la tierra!






10- La niñita mamona: Para cerrar esta nueva sesión de vídeos freaks, os dejo con el testimonio más perturbador de todos. Wendy, la niñita precoz que le da a la servesa para aliviar las penas del amor y para vivir más alegremente. Menor, Lolita, alcoholizada antes de tiempo y para colmo desafinada...Sus padres pueden sentirse orgullosos: En fin... os dejo con esta pieza inclasificable.





Prometo regresar... jejeje... la humanidad da para mucho y la animalidad para mucho más. Besotes.



martes, 11 de septiembre de 2012

RYANAIR





    Una vez más aquí y siempre digo que nunca más, que esta "tomadura de pelo con alas" no volverá a sentir mi culo inquieto sobre uno de esos asientos, más inspirados en la línea estética de un IKEA de los 80 que en las gráciles tierras del "Danny Boy". Sin embargo, aquí estoy, celebrando la incoherencia humana con destino a Bérgamo y con la ilusión renovada de un viaje que, en tiempo de crisis, sólo puedo hacer con la compañía irlandesa más pródiga en vuelos baratos, embutiendo mi meditado equipaje en una maleta de los chinos que si no encajara en el maldito receptáculo metálico o si finalmente superara los 10kgs de rigor, acabaría por despertar a mi monstruo interno más ancestral; ese que astútamente oculta su navaja suiza bajo tres calzoncillos usados y una bola de papel albal (a falta de plomo...)  ese que es capaz de acometer la personal masacre del "Vengador de clase turista" amordazando a todo aquel que sonría sin ganas o vista un uniforme de dudoso gusto en tonos azules y amarillos. STOP. Deliro, mi imaginario se apodera de mí durante unos segundos. Una azafata de aspecto agrio y mirada furibunda me observa con desprecio anticipando su deseo de conseguir que mi maleta se quede atascada en el cacharro destruye maletas. Su expresión se ensombrece al comprobar que no llevo ninguna maleta, sino una bolsa de viaje que escondo tras mi espalda, colgada en el hombro izquierdo. La decepción es máxima. Ella sabe de antemano que mi bolsa de viaje pasará sin mayor dificultad y eso le produce urticaria. Me pide el pasaporte, comprueba que soy yo el de la foto y no un ex-convicto de Alcalá Meco. Le chirrían los dientes, lanza el pasaporte sobre el mostrador con desidia y pronuncia la anhelada palabra para todo pasajero de Ryanair que se precie: ¡Avanti! Después de 42 minutos de cola, embarco y me embarco en una nueva odisea aérea a lomos del Boeing 737. Respiro, no será necesario activar al monstruo. En el fondo soy discípulo aplicado y un tanto kamikaze... Un obstáculo menos. Mi relajación dura escasamente un suspiro, pues el descenso a pista implica irreversiblemente  comenzar la carrera última, obligados a pillar un buen asiento todos sucumbimos a la tentación de ocupar con desespero el mejor sitio útil de todo el avión... bueno, del aparato volador... para poder, con suerte, estirar las patas y no morir por trombosis o ansiedad claustrofóbica. Los asientos más próximos a las puertas de emergencia son ese edén soñado por la mayoría pero tan inaccesible que muchos se quedan en el intento. A riesgo de ser el responsable de abrir la fatal compuerta, consigo el objetivo más difícil ¡Bingo!Soy un privilegiado, estoy sentado en uno de los tronos reales y todos me envidian, sí, lo puedo notar. Todos querrían ocupar mi lugar. Observo con detenimiento la palanca roja que debería activar si... mejor no pensarlo. Los dibujitos sobre planes de evacuación que hay en el respaldo del asiento frontal son divertidos a pesar de ser catastrofistas. Por cierto ¿quién se dedicará a hacer este tipo de creaciones tan...coloristas y ocurrentes? Las azafatas ejecutan, con la energía de un Galápago leproso, su recurrida coreografía... ¡Dios mío qué poca chispa! Evito mirarlas para no reventar de la risa, siempre que asisto a la proeza gestual de las ninfas del aire me acuerdo de Martes y Trece, ese Millán... Cruzo los dedos, despegamos y vuelvo a tener el socorrido pensamiento ¡A qué mala hora! Una vez ya encima de las nubes...revistas Ryanair, cigarrillos sin humo, servicio de bar en carricoche ortopédico, tarjetas de rasca y gana pero sin premio (a pesar de las expectativas) perfumes duty free, cafés ardiendo y mi mayor entretenimiento que es mirar la tierra e intentar reconocer los lugares por los que paso. Tengo otra afición pero es menos constructiva y un poquito más agorera, me suele tocar cerca del ala y acostumbro a visualizar una tuerca temblorosa sobresaliendo de la chapa metálica. Uno que se divierte a su forma. Ya se divisa Lombardía, allí está Milán, aquello debe ser Bérgamo, parece que la gasolina ha dado de sí, como últimamente están tan conservadores... En cabina no parecen estar despresurizados, la expresión de "aquí no pasa nada" de la tripulación delataría el hecho, pero las chicas siguen con su cara de rancias, así que el piloto no estará con la tez morada. Bueno, bueno,  las chinches tampoco han hecho acto de presencia (Seguro que es un bulo para desprestigiar a tan laureada compañía) Todo está bien. La pregunta final antes de tomar tierra y comenzar las verdaderas vacaciones es inevitable... ¿Compensa realmente? Quiero decir ¿por qué volvemos año tras año a repetir la misma experiencia traumática? ¡Ay, cuidado que llega el aterrizaje! asfalto mojado, ligero derrapaje y finalmente tierra firme. La respuesta a mi anterior pregunta la encuentro en los aplausos unánimes de los pasajeros y en la estruendosa melodía del séptimo de caballería... Parece que nos gusta sentir que a parte de ofrecer vuelos baratos, Ryanair no cuenta en su historial con ningún accidente mortal. De momento. Suenan los click-clack de los cinturones y la euforia se apodera del lugar... Huele a tigre, pero se respira felicidad. Estoy convencido de que volveré a picar... Pero es tiempo de desconectar, ya llegará el regreso... Espero.





domingo, 29 de julio de 2012

ISLAS CANARIAS (HISTORIA DE UN PSICÓPATA) 2ª PARTE



P.D: Recomiendo leer el capítulo previo por aquello de una adecuada comprensión:


    Al llegar a San Andrés me invadió un extraño y cómodo sentimiento de refugio. Supongo que el hecho de haber vomitado significó co-lateralmente despejar mi cabeza y abrir ampliamente los poros; pero el olor a plátanos persistía en su empeño de perfumar aquella localidad escasamente iluminada. La luz en el interior de la casa resultaba cálida y confortable vista desde fuera. Mi primera sensación fue de seguridad y recogimiento, pero en breve se vio enturbiada por una sombra inquietante que cruzó al otro lado de la ventana. Lo supe nada más cruzar la puerta, tuve enseguida conciencia de que Gustavo no era sólo un tipo extraño atravesando un mal momento; sus actitudes anunciaban ya una pequeña y próxima catástrofe. El enigma a descifrar era ¿en qué momento tendría lugar el siguiente ataque?
    Viniendo de alguien potencialmente desequilibrado, la relación con su madre podía ser cualquier cosa menos estándar. Gustavo, en la cincuentena, envejecido de más y con el semblante entristecido parecía el hermano de su propia madre. La relación fraternal de la que hacían alarde no sólo era ambigua, sino enfermiza. Tal era la forma de tocarse, de acariciarse, de besarse, como amantes furtivos paladeando el incesto sin atreverse ni tan siquiera a imaginarlo... La abuela nonagenaria y con sordera, observaba la escena sentada en un butacón, me chequeó con intrigado gesto y comenzó a formular preguntas que quedaron sin respuesta, a pesar de que ella sólo quería desvelar ciertas incógnitas sobre el curioso visitante, un Melvin venido a menos. Nadie contestó a aquellas intervenciones, yo sólo podía sonreír en mi deseo incómodo de contentar a la anciana. Tras persistir repetida veces, fue increpada por hija y nieto, con un desprecio desmesurado consecuencia evidente de los años de diálogos infructíferos. Ella sumergió de nuevo la cabeza en sus pensamientos, creándose un tenso silencio de esos que sólo se pueden romper huyendo, o cenando. Me sacaron algo de comer. Mi malestar palpitaba con mi corazón en su incontrolable manifestación de desarraigo y soledad. Gustavo parecía haberse agobiado súbitamente con los excesos de la madre y la sordera crónica de la abuela. Sin más, me propuso dar una vuelta por el pueblo, sin ofrecerme la posibilidad de mudarme o respirar un instante en mi habitación mientras engullía el último bocado de aquella manzana Golden. Cortesía abrumadora a la que tendría que acostumbrarme tarde o temprano. Él me esperaba con impaciencia en la puerta. Yo sonreí de nuevo a mis desconocidas anfitrionas y le seguí sin más remedio. Descendimos las empinadas calles de San Andrés y traté de defender mi dignidad a duras penas, mientras mis rudimentarias chanclas libraban su particular batalla con la calle empedrada y en pendiente descendente. El irregular adoquinado de la calleja desaparecía ante mis ojos dando paso a un descampado oscuro y repleto de cañizos, como un túnel misterioso que ya había absorbido a mi acompañante, ya que él siempre precedía mis pasos y nunca se giró para ver dónde quedaba su acompañante. El viento soplaba con ligereza, meciendo el salvaje cañaveral y perfumándolo todo de temor bajo la pálida luz de aquella luna distante. Un angosto sendero serpenteaba en aquella inmensidad vegetal y como ratón expuesto a la mirada predadora, entré en aquella selva sin más motivación que atravesarla con presteza para alcanzar a Gustavo. Las altas hojas me cubrían por completo, el tibio sonido del viento tarareaba una melodía inquietante de esas que hielan el alma mientras la sangre bulle a borbotones y uno siente estúpidamente el peligro en sus entrañas. Visualicé a mi fugaz acompañante con un cuchillo en la mano, oculto entre las sombras, tan real como mis ansias de marcharme de allí sin pensar en otra cosa que en sentirme bien y a salvo. En momentos de esta índole desearía no ser tan fantasioso y evitar sucumbir ante mi propensión a crear pequeñas ficciones hiper-realistas inspiradas en mis demonios infantiles con nombre propio: Leather-face, Jason Voorhees, Michael Myers... En fin, que os voy a contar. Cuando salí del cañizal Gustavo caminaba delante de mi, su estampa me resultó súbitamente apacible e inofensiva después de que mi subconsciente manejara a su antojo la figura de aquel hombre profundamente extraño. Se sentó en un acantilado con los pies colgando directamente hacia el mar, me hizo un gesto pretendidamente cómplice para que me sentara a su lado y yo fui obediente, por aquello de no contrariar a quien en un momento se podría transformar de nuevo en mi mente, en un psicópata sin escrúpulos. La luz era tenue, un leve brillo en el manto oscuro del Atlántico y el agridulce sonido de las olas rompiendo en las rocas bajo nuestros pies. Recuerdo que había muchas estrellas y también que esas mismas estrellas nos llevaron a hablar de las del celuloide. El cine fue nuestro punto de encuentro años atrás y parecía un buen tema para limar asperezas. Pero pronto cometí la torpeza de alabar el espíritu crítico de Michael Moore en su "Bowling for Columbine" y fuí descarnado con la intervención de ese desafortunado Charlton Heston, apoyando el armamento doméstico. Eso pareció irritar considerablemente a mi interlocutor, que comenzó a elevar el tono con violencia y acusarme de poca sensibilidad para con la gente mayor y la gran estrella que el protagonista de Ben-Hur simbolizaba en la historia del cine. Por un momento me vi arrojado a las temibles fauces del rompeolas como una marioneta desactivada y sin autonomía. Sin embargo él se puso en pie argumentando cansancio y necesidad de reposo. Me propuso regresar a casa. No hablamos mucho en el camino. Ya no me molestaban ni las sandalias, ni el persistente olor, ni el inquietante misterio que lo envolvía todo. Sólo pensaba que aquella experiencia había comenzado con muy mal pie y que tal vez, sólo tal vez, me había aventurado en mi decisión de visitar a Gustavo en un momento emocional tan poco propicio. Pero era tarde para echarse atrás, me esperaba el recogimiento en un nido extraño y poco alentador. Su casa. Nos dimos un abrazo formal de esos que camuflan los verdaderos sentimientos y yo me metí en mi cuarto de invitados. La puerta tenía pestillo y lo eché sin pensármelo dos veces, dormí bien a pesar de todo.