lunes, 8 de diciembre de 2014

FREAKY MOMENTS V



Regresa de nuevo la última edición de los freaky moments favoritos del semestre que me obligo a publicar para seguir cultivando mi sentido del humor, humor que parece desaparecer entre tanta noticia gris y desalentadora. Sigo ampliando horizontes y rescatando proezas, bizarradas, torpezas varias y algún disparate sin más pretensión que despertar una sonrisa...

1.La niña que todavía creía en las hadas: En el fondo da bastante pena ver su reacción... Pero al mismo tiempo uno no puede evitar sucumbir ante el clásico "Oh my god" que anuncia la tragedia y  desenlace fatal de la fantasía... ¡Las hadas no existen, no existen, no existen!...Ups, mierda.


2. Hijo mío, tu mami te va a cantar algo...: La tragicomedia tiene estas cosa mundanas, lo mismo lloras que ríes... Igual te da por un Shakespeare que por un Python... La cuestión a analizar no es esa, en definitiva, sino el empeño enfermizo de una madre por captar con la cámara las virtudes expresivas más eclécticas de su bebé... aunque eso implique que a la criatura le de un ictus... Pobrecillo.


L



3. Pasarela infernal: Cuando uno se enfrenta a una nueva pieza audiovisual sobre modelos, lo primero que acude a la mente suele ser la torpeza oral e intelectual de sus protagonistas... Pero nunca imaginas que el el abanico de posibilidades es mucho más amplio; siempre quedan, digamos, opciones menos ortodoxas pero igualmente estimulantes ¿A qué se debe este deleite por el mal ajeno? ¡Que me traguen los infiernos!




4. "Hoy lo voy a petar... va por mi Nicaragua querida": Criatura de dios, si querías volar existían alternativas menos arriesgadas que una Gala Nacional de "Miss Gay" en Nicaragua, seguida por lo más granado del glamour, la caspa y el frikismo planetario... por no hablar de la población integral de tu pueblo natal, a las afueras de Managua. Y el caso es que lo intenta, ella lo intenta. Pero esos malditos tacones made in China...





5. "Veamos, entonces dices que eres...": Darks, la chiquilla dice que es darks... y se marca un monologazo que ya lo quisiera la Antonia San Juan... No os lo destriparé demasiado, porque es un auténtico y genuino documento freak...



6. "Mummy me gustas casi siempre... Ahora estás un poquito plasta": Que afán de protagonismo el de esta insistente madre... No vayas por ahí insistiendo que ya se sabe que los niños pueden ser muy crueles en sus respuestas... Que sí, que te quiero a ratos... Pero no me toques los piiiiiiii...




7. "Madre chisposa vs hijo acobardao": Una vez más se vuelve a constatar que la vida es tragi-cómica, todo depende de la vivencia y del filtro que cada uno aplique a su experiencia vital. A la madre le va la marcha que no veas y al hijo sólo le falta escurrirse en plan "coyote" con nube de polvo marca ACNE... Misma historia, distintas reacciones. Me parto y me mondo.




8. "Esas maravillosas criaturas": Ains, me encanta revisar los clásicos... Y se me hace inevitable acudir a los de temática periodística apartado "bizarradas" jajaja... Porque ya me diréis que narices hace este tipo de esa guisa rodeado de avestruces, cuando de toda la vida se sabe que la lían parda antes de que quieras darte cuenta... En fin y el tipo mira que le echa ganas, pero...



9. "Los bomberos están bien dotados... sí señor": La verdad es que este político ha despertado mi simpatía en un momento imposible y de nula predisposición personal a dedicarles un segundo a la chusma-casta esta... Pero cierto es, que la situación es cómica y teatral y que el tipo se desenvuelve con una naturalidad pasmosa en una de esas situaciones incómodas que la sosería media de la política nacional sería incapaz de salvar ni con buena voluntad.



10. "Se masca una tragedia... y los dos lo saben": El otro aspecto a analizar es el de la pérfida mente que maquina este tipo de escenas en su cabeza, utilizando a algún colega suyo, confiado y fiel, para grabar el vídeo que le eleve como el genial creador del documento friki, mientras su víctima,el pobre Edgard, es canonizado como esa"alma cándida y chingada, güey!




domingo, 30 de noviembre de 2014

GERDA LINDQVIST




GERDA: (Voz en off) La última vez que me abofetearon era una adolescente luminosa luciendo su corona de jazmín y orquídeas en la Midsommar de Gotland. El día más largo del año desapareció por completo en mi mejilla ante el recorrido más corto del mundo, la distancia existente entre la mano de mi padre y mi cara. Me sangró la nariz con generosidad y fingí que me desmayaba a causa del impacto. En verdad sentí tanto bochorno que mis piernas flaquearon intencionadamente para no enfrentarse a las risas indecentes de mis amigos y al hecho de estar bajo el yugo de un poder ante el que resultaba inútil rebelarse. Mi padre era una eminencia en eso de sentar cátedra y cruzarte la cara con cierta elegancia. Ese imbécil de Krogstad acaba de despertar mi conciencia dormida. Sus palabras son como la bofetada del Midsommar o las réplicas que pensé escupir alguna vez en algún evento destacable y que nunca pronuncié por pudor o por miedo a represalias. Vuelvo a ser… qué digo… sigo siendo la misma niña que necesita su cachete diario para no olvidar que toda acción tiene su consecuencia. Aleccionada, disciplinada, sumisa. Calla Gerda, tu lugar no está donde florece el laurel, eres un eslabón del sistema, sí. Intranscendente, pero necesaria. (Mirándose con crudeza y a viva voz) Gerda Lindqvist, deja de ser tan boba y quita esa estúpida cara de pena. Te odio (Se va).

jueves, 13 de noviembre de 2014

ESOS MARAVILLOSOS SERES (II)




Hoy queremos recordar
A un ser de voluntad incuestionable
En el noble arte de sustraer
Materia prima viva
Directa de la barriga
De una madre narcotizada.
Hoy sin rencores, ni movidas
Enviamos nuestra plegaria
A la carismática, diplomática
Y fielmente dogmática
Hermana de la caridad
Que haciendo alarde de su don
Cual Robin Hood con sotana
Arrebató sin compasión
Y porque le dio la gana
Cientos de bebés sin futuro
A unas madres descarriadas
Que tuvieron la osadía
De dar a luz aquel día
Ante la impertérrita mirada
De nuestra gran Sor maría.
Sor María, bonica
Como no pudimos en vida
Conocer tus secretos
Porque te fuiste enseguida
Cuando llegaba el momento
De confesar que lo hiciste…
Sin remordimientos…
Te quiero enviar un pensamiento.
María, te pido
Que allá donde te hayas metido
El juicio que caiga en tu sino
Sea el más capital.
Y por cierto, querida
A los niñitos del limbo

Me los dejas tranquilos. Amén.

martes, 28 de octubre de 2014

ITACIA Y FRANLIA (RAICES, DESCUBRIMIENTOS Y ALGÚN QUE OTRO REGRESO).




Tenía que llegar el esperado instante de la desconexión, después de un arduo año laboral, plagado de conflictos y trabajando intensidades inhumanas... la luz quiso acompañarme en una particular road movie por tierras familiares y desconocidas...





  Un viaje repleto de capítulos por leer, anécdotas de esas que uno llega a sufrir pero que se transforman en anécdotas de cierta 
comicidad con el paso del tiempo. Buen clima, no excesivo calor y paz interior, buscada y cultivada durante dos semanas. Esto ha sido
en breves trazos mi periplo estival. Conocimos a Marcel en Barcelona, un bebé que lloraba mucho y con rabia bajo una desmesurada atención de sus padres, tan cegados con el cuidado riguroso y enfermizo que no podían ver que el niño no se alimentaba bien con la leche materna. Días después supimos que le habían iniciado en el maravilloso mundo del "bibe"y todo comenzó a ir mejor. Marcel sonrió. Nos detuvimos en Collioure, tierra de 
exilio del poeta Machado y localidad saturada por el turismo voraz de la costa Mediterránea y por los franceses del Norte haciendo su agosto, entre cálidas aguas, helados de tres pisos y jarras de cerveza. 
Descubrimos con estupor lo cara que es la Costa Azul, sus autopistas, sus servicios y cómo la gente pudiente acude como abejas a la miel en un enjambre de sofisticación y frivolidad que a mi, entre nosotros, me tira para atrás. Marsella nos acoge en su esplendor portuario, decadente y un tanto mafioso mientras atardece con unos tonos anaranjados, difícilmente olvidables. 
Ajenos, en nuestro desconocimiento, a una jugada- carambola que nos tiene preparada Booking, "ese gran amigo cibernético de reservas hoteleras". La casa rural que habíamos reservado cerraba puertas y atención a las 18h... Mientras paseabamos inocentemente por las calles de Marsella... eran ya las 20h y nada nos hacía sospechar que: 1- El coche estaba encerrado dentro de un parking urbano 24horas chapao a cal y 
canto. 2- Booking nos ofrecía como alternativa un hotel de 280 euros... 3- Las llamadas nos costaron alrededor de 60 euros... y perdimos otros 50 de la reserva del hotel y... 4- La noche ya oscura se cierne sobre nosotros y el gps deja de funcionar... Perdidos en mitad de Provenza, nos ocultamos en el claro de un bosque y dormimos bajo la luz de la luna llena, con una imaginación desbordante y demasiado cine de psicópatas a cuestas. Toda una fiesta de osibilidades macabras en el interior de un coche.



 
Al día siguiente, con las legañas aún persistentes y nuestras mejores galas, es decir sin ducharnos y con la ropa del día anterior... Nos vamos a conocer la jet set de Mónaco. El Principado resulta ser un exceso bien vestido y luminoso, no exento de algún rincón hermoso alejado del clásico Lamborghini amarillo. La tumba de Grace y sus carreteras zigzagueantes me hacen pensar en la belle epoque de un lugar ciertamente plastificado que en otro tiempo fue la elegancia personificada. Pero con una mañana suficiente, vaya. De ahí a Génova, sucia, caótica, muy viva y con unas calles repletas de historias a las que me engancharía sólo por curiosidad. Imposible orientarse por esas calles... Quien nos iba a decir que dos meses después iba a llegar el desastre por culpa de unas inundaciones. De ahí a 
laToscana, sólo queda un paso... pero llueve tanto, hay tanta niebla y esos viaductos están tan altos... Pánico a las alturas, ya os lo digo. Agotador llegar hasta Lucca. Pero una vez en casa de la zia Ilva... buena pasta, agradables charlas estivales, el italiano reactivándose en la memoria y excursiones todos los días... A San Giminiano, un pequeño parque temático medieval con sus torres-rascacielo y el mejor helado del mundo. A Volterra, más genuina y auténtica... más profunda y menos saturada que su rival turística más inmediata.
Lucca una joyita en pleno corazón de Toscana, repleta de iglesias, torres y una muralla por cuya superficie es posible pasear alrededor de toda la ciudad. Pisa, otro gran clásico con menos encanto que Lucca, la verdad sea dicha, pero un icono del turismo masivo, ávido de fotos, consumista y nada sedentario... Por no decir otras cosas. Pero el lugar más mágico que pudimos ver en esta incursión por las italias no estaba en Toscana sino en Liguria... un pequeño paraíso terrenal, Cinque Terre,  de colores, vides, arena, roca, cielo y agua que recomiendo no visitar en verano para evitar las tropas de terminators americanos dispuestos a batir algún tipo de absurdo récord recorriendo sus senderos a través del Parque Nacional cual invasores traga millas sin miramientos, ni interés ante la belleza...






Un lugar al que volveré sin duda, para respirarlo, sentirlo y comer su pescaito frito. Turín, nos pareció poco estimulante, apagada y gris y ni siquiera la Sábana Santa logró paliar esa sensación...total, por un trapo manchao... jejeje... De ahí a cruzar los Alpes, pero no por el túnel de Fréjus que cuesta una pasta aunque accedes rápidamente a tierras galas... El dueño del hostal nos recomendó una ruta alternativa bordeando el lago del Mont Cenis y la verdad es que fue un regalo para los sentidos. Después quedaba una larga ruta por carreteras secundarias hasta el hogar materno, la tierra de mis ancestros... mi lugar en el mundo del que tantas veces os he hablado. Allí, rodeado de esencias familiares, presencias cercanas, imágenes revividas y búsquedas imperecederas, viví el placer de la soledad y el silencio, para acallar voces internas que persistían en reivindicar su afán de protagonismo, muy a pesar de mi necesidad. Pero esa es otra historia... Quedan las imágenes... Que lo disfruten.





martes, 14 de octubre de 2014

PUTOS NAZIS DE MIERDA



  
   Una vez más el abuso, una ocasión más para aplastar a los débiles con nuestra estúpida supremacía humana, ficción que creemos cierta casi por definición. Pero cuando el planeta ruge su ira y nos pasa factura preferimos justificar las lágrimas que vertemos implorando a los dioses para que nos salven de las tragedias... Somos incapaces de calmar la impaciencia, esa ansiedad por controlarlo todo, por abanderar esta recia sabiduría que nos hace creer que somos los únicos, evolucionados e inteligentes seres de la galaxia. Hoy, antes de barrer sin miramientos una araña, mientras limpiaba, preferí recogerla con cuidado y sacarla a la calle... Nada extraordinario, simple hábito... Me recuerdo todos los días que no soy único, ni tan evolucionado, ni tan inteligente como me creo. Llego a casa ahora, después de trabajar todo el día y con mi pensamiento en forma de EXCALIBUR... Y su cara implorante en ese sofá, su sofá, su soledad y su incomprensión. Se me revuelven las tripas. La noticia, ya es noticia. Somos más ratas que las ratas, la cuarentena debiera aplicársenos todos los días por ese empeño constante en someter a la vida y los vivos a este capricho ridículo de conducir a quienes decidimos y cuando decidimos a un juicio unidireccional sin partes ni sensatez. Deseo la muerte política de Ana mato. Merece desaparecer de nuestras vidas, por avocarnos con su criterio negligente, fascista, casposo y pro-católico a una situación lamentable... Es mejor movilizar una nación por la vida inestable de un religioso español en el África ecuatorial, a quien podrían haber atendido grandes especialistas sin correr riesgos innecesarios, que analizar minuciosamente un perro que puede ser depositario de pistas considerables ante esta epidemia terrible... Y que no ha elegido estar así, como esa enfermera, su marido o el religioso español... La diferencia la sabemos todos. Estoy triste e indignado, EXCALIBUR es un nombre poderoso... Su fuerza está en todos aquellos que creemos que no somos más importantes que un árbol, una araña o un perro que dibuja preguntas sin respuesta con su mirada. VERGÜENZA. Y para aquellos que se empeñan en acentuar el hecho de que no es comparable con la tragedia humana... yo les contesto: "Tenéis razón, nosotros seguimos siendo los depredadores más despiadados del universo".



lunes, 6 de octubre de 2014

IN THE FLESH




    Estoy todavía conmocionado. Acabo de asistir al nacimiento de una hermosa creación. Crear no es tan sólo un acto de fe, o una carambola más o menos intencionada de hacer espectáculo o mero entretenimiento, tampoco es la búsqueda metafísica y tediosa que algunos se empeñan en tildar de genuina sólo por reflexionar sobre los avatares de la vida. Crear es reinventar, dar forma, regocijarse en aspectos estéticos que den apariencia de verdad a aquello que se quiere contar por muy fantasiosa que resulte la trama, crear es implicarse con los sentidos propios para despertar los ajenos. Crear es ese compromiso incuestionable que se adquiere con una historia, efímera o continuada en el tiempo. Y es por estas razones, que aquí expongo, por las que me postro ante la mente CREADORA de "In the flesh".... el británico Dominic Mitchel. In the flesh es una vuelta de tuerca inteligente, alejada de los convencionalismos del género zombi, que conduce al espectador por terrenos viscerales dejando vísceras bastante de lado, todo sea dicho, y centrándose en el complejo análisis social y jerárquico de una civilización post-apocalíptica dividida entre integradores y fascistas, humanos y pútridos... Un universo de conflictos, preguntas y búsquedas que lleva a sus personajes al límite, haciendo del trato a la diferencia el eje central de una reflexión que desborda sensibilidad y buen hacer porque habla de cosas de verdad, de esas que me mueven los cimientos... Habla del miedo a lo desconocido y la parálisis social, de la hipnosis que ejercen los poderes fácticos sobre la ciudadanía, de la hegemonía del culto al cuerpo, habla de la crisis existencial que se instala en el ser humano cuando es incapaz de decir "no", habla del empeño humano en etiquetar por encima de las voluntades individuales, habla de xenofobia, racismo, de los movimientos extremistas que la gente necesita instaurar para callar las voces imperativas... Habla del amor a todo aquello que es insignificante pero real y cuestiona las estructuras familiares arcaicas que no permiten incipientes y hermosas manifestaciones de familiaridad bajo pieles que incomodan... Podría seguir y no acabaría nunca... A parte de que la primera temporada (sólo tres capítulos) es una obra maestra de la televisión de todos los tiempos, he de decir que resulta imposible no emocionarse viéndola, porque en esencia somos todos un poco zombis, porque en esencia somos todos un poco diferentes y la herida universal que compartimos perdura, sigue abierta en cada uno de nosotros... Llamémosle soledad, vacío o abandono... Da igual... En fin... que es absolutamente recomendable el visionado para aquellos que sientan fascinación por quienes tienen a bien movernos las entrañas sin hablar de otra cosa que de la belleza de la vida. Con permiso de la intocable "A dos metros bajo tierra" es lo mejor que he visto en la T.V. Y para aquellos que permiten que sus hijos vean mamarrachadas como "Escenas de matrimonio", "Sálvame" y "Menudos gigantes" y que luego son capaces de escandalizarse ante algo tan instructivo, pedagógico, bello incluso poético como "In the flesh" les diría... queridos, tenéis que verla OBLIGADO.




jueves, 2 de octubre de 2014

RETORNO.


   
     Debo excusarme, ante todo me siento en la necesidad de expresar que no he estado presente porque no podía estar y estar sin poder, no es un estar... Ya me entienden. La vida tiene esas contrapartidas inesperadas que se convierten en condicionante sin que uno se de apenas cuenta. Tampoco he escrito ni leído y eso me duele más... misteriosamente cultivo estas amistades invisibles que en ocasiones florecen en forma de café, cerveza o comida, como si fueran físicas y reconocibles, cercanas tal vez. Muchas cosas han pasado, nada preocupante... saturación, supongo o sencillamente fatiga, o inapetencia creativa incluso abusos y forcejeos con los límites fisiológicos de una mente que echa humo... Vayan ustedes a saber!!! La cuestión es que estoy de regreso. Melvin ha vuelto para quedarse, con su irregularidad constante, sus versos y sus imágenes, sus ganas de contar y escupir, de compartir inquietudes y pasiones. Extrañamente os eché de menos, a todos. Espero que estéis bien en la recepción de esta misiva. Besotes.

sábado, 2 de agosto de 2014

ESOS MARAVILLOSOS SERES (I)



En esta nueva sección creada
Para amantes de sociedad
Hoy queremos recordar
A un ser de carisma irrefutable
Generoso y altruista
Dispuesto siempre a echar un cable
A docentes, deportistas
Y bohemios de las artes.
Hoy en nuestro espacio:
“soy capaz de cagarla completamente y enemistarme con todos sin que eso anule mi cara de hijo de puta rancio”
Queremos dedicarle
Un pensamiento
Al ministro más querido
Y de verdad que no miento,
por hacienda y Vaticano
a quienes tiene bien contentos.
Wert, criatura de dios
Subiendo al 21 el iva
Sólo conseguirás
Que pirateemos de forma masiva
Hasta lo último de la Carrá
Y si propones la religión
Como una vía de educación
No olvides nunca que la fe
No es enseñanza, es creer
Y también querer
Y los niños, pedazo de mostrenco
No pueden sentir toda esa sinrazón
Porque bastante tienen
Con tomar la comunión
Vestidos, a mi pesar
Como si se fueran a casar
Con la persona elegida.
Perdonen por la emoción…
Pero es que me va la vida.
Así pues, amigo Wert
Te animamos a que sigas
Haciendo de las tuyas
Para que nadie nunca diga
Que no luchaste por la cultura
y la educación…
Dos pilares fundamentales
Para una buena revolución.

jueves, 24 de julio de 2014

40.



Cuarenta años de vida, sin olvidar la muerte ni sus condenas que tanto enseñan. Cuarenta pasos queriendo querer sin torcer el hocico, alimentando el alma de ecos y voces cálidas, de palabras bonitas, desnudas y amargas, de sonrisas y alientos, de caricias…cómo no… llenas de buena intención. Obstinado a veces, otras tantas ávido de reposos improbables; siempre curioso eso sí, espiando entre juncos mientras el horizonte florece con destellos que se encaraman a mi mochila para no descender jamás. La inquietud, ese arma de doble filo, que evoca mis desvelos y despierta la fascinación por aquello que cosquillea las entrañas, aquello de lo que me es imposible prescindir… qué carga y qué deleite, aditivos de una vida voraz que intento domesticar cada día. Cuarenta formas de emprender el camino, ese que conduce de nuevo a las raíces, las mismas que si se niegan te convierten súbitamente en sombra o en nebulosa perpetua haciendo de la vida un tránsito y de ese tránsito una tortura de vacíos y noches. Camino que procuro pintar con los colores que despiertan tanto mi melancolía, como alguna risa fugaz adormecida bajo la copa de un árbol. Cuarenta miradas vigilantes que protejo y admiro, que consiguen elevarme con frecuencia… Que provocan lágrimas dulces y un deseo loco por entregarles los mejores versos, los que aún no escribí… los que pudieron ser dichos en el tiempo… los que evocaron emociones o recuerdos alguna vez, en algún corazón. Cuarenta instantáneas de los viajes del inconsciente y también de mis pasos por este loco planeta, cuarenta escenas interpretadas o guiadas, sentidas o proyectadas en este hemisferio de mi Ítaca… Cuarenta respuestas seguramente…o no? Quién puede saberlo. Prefiero ser ignorante. Seguiré investigando las características del crepúsculo, para ver si aprendo a describir los tonos de una despedida sin resultar dramático… Tengo el resto de mis días, los que sean, para alcanzar ese elixir… Agradecido quedo con cuantos me quisieron, quieren, quieran o querrán algún mañana desconocido. El “Ser, hoy y aquí" resulta un tanto vacío sin su contenido, sin lo andado. Yo soy, o he sido, caminante porque voces sabias me enseñaron a hacerlo. Nada soy ni seré si olvido esa circunstancia. Así pues cierro los ojos… respiro… y cuento hasta cuarenta.

lunes, 30 de junio de 2014

MAMAN, la petite jeune fille

    


    Hay un nido de luciérnagas celebrando con cautela tal si fueran 67, 67 velas incandescentes en la noche cálida de un día ya estival, un día de plenitud y de gracia; el mismo en que vinieran tiempo ha nuevas brisas vespertinas meciendo trigo y ortigas, cubriendo de merecidas sonrisas los prados inabarcables que abundan en ese lugar del mundo, ese tan propio y querido, el mismo que se viste de gala con sus tonos ocres y malvas cuando se detienen las golondrinas en el merecido descanso camino del África, golondrinas que juegan y trinan buscando un lugar propicio donde ilusionarse, dedicarse a los afectos y acicalarse sin prisa. Hay millones de estrellas alumbrando tus noches, madre...en ese camino lácteo, que siempre estará velando por la joven niña que guiada por inquietudes nada banales, abandonó lo conocido, sin miedo pero con dudas infinitas, guiada por su instinto y mirando hacia atrás lo justo para no romperse. La tierra, las gentes de corazón abierto y sonrisa perenne, los posibles amores que no eran o no fueron o, tal vez, sólo tal vez... no pudieron ser... También la belleza de parajes inyectados en la sangre, el sentido de pertenencia, la vida construida...Tantas cosas. Hay una estela de vida no vivida serpenteando en el horizonte, la que habla de proyectos, viajes y sueños... la que te invita a seguir en tú particular búsqueda de felicidades que esculpirás cada segundo que transcurre, de la mano de ese tal Curtis de piel morena y mirada gris... el fiel amante que respira hoy después de un viaje agotador y sin pausa llegando finalmente a buen destino... como las golondrinas en su periplo, como las estrellas del firmamento, como los crepúsculos que nos deleitan con una serenidad raramente experimentada si no es porque sabemos apreciarlos... Mis mejores deseos madre, son estos que suscribo. Nada cambia en mis entrañas, excepto que te quiero más si cabe... que deseo un longevo y placentero caminar acompañada de tus seres queridos... los que te siguen de cerca, los que te extrañan en la distancia y los que están en vigilia por tu causa y por tu alma. Te quiero hoy y siempre.


domingo, 15 de junio de 2014

LA FÁBULA DE PAUL

       
     
      JEAN-PIERRE: (Con preocupación) ¡Pá, a Capitán le falta un ojo!.
       PAUL: (Resignado ante la pregunta) Ya lo sé hijo, me lo dijiste ayer...
       JEAN-PIERRE: Le falta un ojo porque se lo ha quitado; quiere verme a medias, se cansa de mirarme todas las mañanas.
       PAUL: (Que se percata de que Jean-Pierre tiene un cordón desatado) Tienes que entender a Capitán, a veces se hace difícil soportar la misma cara todas las mañanas (Atándole el cordón) y más si consideramos que tú le estrujas contra tu cuerpo para que te vea en primer plano.
       JEAN-PIERRE: Yo quiero a Capitán igual que tu quieres a mamá, pero mamá no se ha arrancado el ojo para verte a medias.
       PAUL: (Parándose en seco y mirándole con perplejidad)... Eso es porque, verás.....los ojos no son tan importantes. Si mamá pudiera quitarse los ojos sin quedarse ciega, no te quepa duda que se los arrancaría por mí.
      JEAN-PIERRE: (Enfurruñado) No te creo.
       PAUL: ¿No te he contado nunca la historia del oso que tuvo que arrancarse un ojo para comprender que ser peluche no sólo era gratificante sino que además resultaba una honorable labor?
       JEAN-PIERRE: No.
       PAUL: (Adoptando un tono narrativo) Pues entonces escúchame con mucha atención. Voy a contarte una historia que sucedió hace tanto que no existe ser humano en la tierra capaz de recordarla (carraspeando) exceptuándome a mí, claro (Improvisando claramente)...
Cuentan que en un diminuto pueblo, alejado de la inmundicia de la era moderna, vivió un niño llamado François al que todos conocían como “el coleccionista” por su desmedido hábito de coleccionar cosas....
       JEAN-PIERRE: (Agitándose en su silla) ¡No me gusta esta historia!.
       PAUL: (Cogiéndole de la mano) Escúchame y verás. François tenía toda su habitación profusamente decorada por toda clase de artículos de colección y ¿sabes por qué? (Jean-Pierre gruñe negativamente) pues porque pensaba que así no se le escaparía el tiempo... chicles secos, unicornios en miniatura, fotografías borrosas que encontraba entre la basura del laboratorio de fotos, exámenes suspendidos, cada nueva palabra aprendida, calcetines rotos, dibujos de cementerios, tarros de mostaza, mosquitos que le habían picado, piedras feas, mapas meteorológicos de todos los días de un año, coladores de colores, trapos de cocina tocados por su abuela y muchísimas cosas más...que mi memoria no pudo retener cuando mi padre me sentó en sus rodillas y me contó esta historia.
       JEAN-PIERRE: No te creo ¡tú sólo quieres que no me ponga triste!
       PAUL: (Conciliador) Por supuesto que no quiero verte triste, pero déjame terminar por favor....No sé dónde estaba... ¡ah sí! François tenía tantas cosas repetidas en su habitación que resultaba, cuando menos paradójico, que hubiera sólo un osito de peluche (Excitándose ante su propio relato) El osito se sentía diferente a todos los demás por no encontrar a su lado a nadie que se le pareciera; estaba tan harto de ser un trozo de tela rellena de algodón, tan harto de estar al servicio de la estupidez, que pensó en arrancarse los ojos para no tener que soportar el castigo constante de estar siempre feliz.... sin haberse sentido así jamás.
       JEAN-PIERRE: (Movido ahora por la curiosidad) Páá ¿y qué le pasó al osito?.
       PAUL: Se arrancó, casi sin pestañear, el ojo izquierdo y cuando se disponía a cercenar el contiguo, quiso la providencia que el niño cogiera el ojo amputado del oso, que yacía sobre la cama, y lo introdujera en una bolsa bautizada con la etiqueta “ojos simpáticos de muñecos tuertos”. Fue entonces cuando el oso comenzó a ver con claridad la importancia de ser un peluche de sus características, amigo fiel, mudo y tuerto del, sin lugar a dudas, coleccionista más extravagante del planeta (Jean-Pierre comienza a gimotear y Paul entra en una fase desmesurada de exaltación) ¡cómo iba a arrancarse el otro ojo cuando algo hermoso acababa de nacer! su pecho explotaba de júbilo, su ojo izquierdo formaba ya parte de aquella habitación, del alma de un genio virtuoso en el coleccionismo de cosas extraordinarias (Jean-Pierre comienza a llorar y Paul continúa su discurso cada vez más enardecido) un poderoso sentimiento de orgullo se apoderó del corazoncito de nuestro bobalicón amigo y su perenne sonrisa tuvo sentido por primera vez en toda aquella vida de peluche ¡Se sentía feliz! (Levantándose con el puño en alto) Y así, con lágrimas de algodón en su ojo derecho y el espíritu rebosante de dicha, pensó que nunca más volvería a ser algo distinto de lo que era”...FIN.
       JEAN-PIERRE: (Llorando con desconsuelo) Pá, Que historia más bonita. Me gustan las historias alegres y bonitas.
       PAUL: (Satisfecho por el relato, limpia la cara de su hijo) Sabía que te gustaría.
       JEAN-PIERRE: Pero yo no colecciono ojos de muñecos y Capitán se quedará triste otra vez porque yo no sé hacer que se sienta feliz.
       PAUL: (Sacando una bolsa de su bolsillo) Se me olvidó decirte que François dejó esto para ti...
      JEAN-PIERRE: (Con excepticismo) Pero páá, ese niño tiene que estar muerto, antes dijiste que esta historia sucedió hace mucho tiempo. Seguro que me estás contando una de tus mentiras.
      PAUL: No, porque sabes qué, François es un personaje y los personajes nunca mueren (Acercándole la bolsa) Anda, mete aquí el ojo.
      JEAN-PIERRE: (metiendo el ojo en la bolsa. Seriamente afectado) Esa historia me recuerda a mí, yo tampoco sé que hago aquí sentado, me gustaría morirme mañana porque no me entiendo, no, no, no, no entiendo esta silla ,ni tus palabras de libros para listos.          PAUL: (Sorprendido por la reacción) Pero hijo, yo sólo quería...
      JEAN-PIERRE: Tu sólo querías que no me pusiera triste pero siempre olvidas que las historias bonitas me ponen muy triste porque la mía es fea y porque tengo un muñeco que se ha arrancado un ojo para verme a medias...

           

              Fragmento de la pieza "68" estrenada en el año 2009.

       

jueves, 29 de mayo de 2014

A LA MIERDA VI

 
A la mierda mi Francia querida, con sus neo ideologías que se pasan la bandera y el himno nacional por donde no es recomendable pasar nada tan áspero como su fascismo trasnochado... A la mierda la Marsellesa que ya no representa ninguna de todas esas excelsas quimeras de la humanidad y muchísimo menos la supuesta FRATERNIDAD que gritaron con alborozo en tiempos ya remotos... Cómo se puede ser tan retrógrado... Reniego de la parte que me toca... Me duele y me sangra como hijo de francesa inmigrante que soy... Siento tanta vergüenza. A la mierda los que pisotean los pasos firmes de aquellos que se atreven a cuestionar lo establecido, hartos de tantas negligencias, abandonos y eufemismos... A la mierda los que ven en un PODEMOS, una amenaza y no un paso hacia un cambio necesario; los que tildan de extrema izquierda, insurrección social, desobediencia, no sometimiento a la ley, berrinche injustificado, frikez o acción desesperada a quienes sólo luchan por disipar esta nube gris que nos atenaza... USTEDES...SÍ, SÍ, USTEDES...SE PUEDEN IR BIEN A LA MIERDA!!! Aquellos que creen que nos pueden callar señalando con los dedos de la censura, el miedo y la opresión por expresar nuestras ideas, creando leyes mordaza improvisadas que sólo buscan el silencio y la parálisis... cuando ellos se pasan el día babeando, insultando, ninguneando y pisoteando las esferas de nuestra libertad, como si la idiotez del pueblo fuera un estado perpetuo e inamovible... A la mierda, a la mierda y a la mierda...Debieran callar sin remisión y emplearse bien en la acción del bienestar común hasta que, por lo menos, las cifras dejen de ser números y estadísticas macro-económicas y pasen a ser un antídoto real para calmar ese pozo infinito al que algunas voces engañosas nos han arrastrado casi a la fuerza. A la mierda todos los que privan de su educación básica a quienes sólo quieren construirse y crecer... Sea en Nigeria, Delhi, Caracas, Kiev o Getafe... Los que deniegan becas, los que desintegran y seleccionan, aquellos que crean niveles, baremos y recortes sin considerar en nada la situación excepcional del alumno, quienes vetan a la mujer, sus inquietudes y derechos, los que construyen rotondas estúpidas con esculturas no menos inútiles en lugar de eliminar barracones prefabricados y edificar nuevos centros escolares tan necesarios para la ciudadanía; a la mierda quienes se erigen como profetas del bien global minando las libertades fundamentales en nombre de un Dios que, dicen, nos enseñó a amar y respetar; aquellos que secuestran a niñas, las venden, violan y abandonan a su suerte en manos de gente impía y perversa que sólo piensa en su propio beneficio. A la mierda cada uno de los eslabones humanos que truncan todas esas vidas luminosas. Y más a la mierda, si cabe, los organismos internacionales que no hacen NADA para evitar estas tragedias diarias, insinuando amagos de intervención que serían infinitamente más efectivos y radicales si el tirano "tocapelotas" o "su adorado petroleo" jugarán algún papel relevante en el conflicto... Sí eso sucediera perderían el culo por invadir y expandir sus reprochables daños colaterales. A la mierda todos los que en mayor o menor medida participan de esta fiesta triste y denigrante que últimamente parece no querer sonreírnos con el gozo de los años dorados. A LA MIERDA!!!

lunes, 19 de mayo de 2014

DOGVILLE



    ¿Qué puedo decir? Adoro a Lars Von Trier... Es una confesión que he ido destilando a lo largo del tiempo de vida que ha palpitado este blog (No sin olvidar a W.Allen) y mi adoración no tiene sólo que ver con su maestría para llevar al ser humano-personaje- intérprete al límite del conflicto esencial de la existencia, con su estética y lenguaje propios, con su descarada y deslenguada forma de decir y hacer, con esa transgresión constante que no busca provocar sino remover, por mucho que la mayoría de entendidos y críticos en general se empeñen en poner el acento en este aspecto... Mi admiración está especial y estrechamente ligada a sus planteamientos filosóficos, premisas que nos llevan cada vez, al eterno interrogante sin resolver... Otorgándonos una nueva posibilidad de pararnos a indagar en los intrincados acantilados del alma. Cuando hablo de maestría lo hago con total conciencia de cómo el bisturí que maneja este cirujano del fotograma, con una soltura envidiable, logra hacer las incisiones adecuadas para que el personaje abra sus venas en canal sin desangrarse y en ese viaje nos transporta a lugares inhóspitos que consiguen mover los cimientos de cualquier prejuicio o perversión aprendida del espectador, sobre las actitudes humanas. Sí algo posee Trier es su capacidad de cuestionar y analizarlo todo, hasta los estigmas, tabúes y moralidades ancestrales. Todo eso es Dogville, una radiografía exhaustiva de la sociedad y cultura americanas, que 
hace extensible a la humanidad en general. Para empezar el planteamiento estético de vaciar la escena de toda ornamentación y ostentación, de utilizar las premisas teatrales del teatro pobre de Grotowski y delimitar con líneas blancas objetos, espacios y animales (No en vano el perro de Dogville es su propia silueta en el suelo y el audio de un ladrido) para dotar al ambiente de una decadencia y dramatismos que ni la más costosa de las puestas en escena alcanzaría en sus desorbitadas estructuras digitales. Luego está la inmersión sin tregua que hace en los conductos de la humanidad, sin pasar por los filtros del juicio ni por la estereotipada gama de personajes americanos tan manida como tediosa... ni siquiera otorga la esperada entidad de héroes a los protagonistas, que resultan tanto o más miserables que el resto de los personajes... ¿por qué? Pues porque son sólo vehículos para conducirnos a un aprendizaje extremo, tan salvaje como revelador, sobre nosotros mismos. Grace, la intrusa (Interpretada magistralmente por Nicole Kidman) Vive una evolución polarizada a lo largo de la trama... De la mano de la sospecha llega al apacible pueblo de Dogville al que somete su voluntad para no ser delatada ante aquellos que la buscan, guiados por extraños motivos... El pueblo la acoge y protege con fervor hasta que empieza a usarla y abusar de ella sin remordimientos... La culpa, la bondad y la maldad, el ansia de poder, el sentido de integración, la misericordia y la intolerancia... todos estos aspectos, muy presentes en la historia, deterioran la esencia del personaje hasta desvelarnos su verdad no tan luminosa y, desde luego, en la antesala de esa candidez dibujada en los primeros minutos de metraje. Trier quiere que empaticemos con Grace para darnos de bruces con nuestra propia imagen... Todos somos Grace, todos somos el pueblo... Imposible huir de un retrato universal que apunta hacia la falsa moral americana y sus estúpidas quimeras, pero de la que nadie puede escapar, aunque viva en el mismísimo Tombuctú. Esa es la grandeza de Trier, jamás deja indiferente en sus planteamientos. Hace poco me preguntaron por una película favorita... Y dije Dogville, porque ninguno de sus aspectos me dejó decepcionado o apático. El elenco actoral es bestial, acertado y contundente. La voz en off, un acierto. El universo de conflictos humanos roza lo teatral... esos silencios, esas miradas que hablan sin necesidad de acentos superfluos... Qué puedo añadir a lo expuesto más que... NECESARIO VISIONADO, incluso para detractores del cineasta danés... Sólo por el aprendizaje, el viaje y la lección magistral que encierra este experimento tan certero y conmovedor, merecerá la pena. Besotes.






jueves, 8 de mayo de 2014

TRIÁNGULO.

 


  Es curioso como esa geométrica expresión de perfectos trazos se transforma súbitamente en un tobogán recorriendo sin celo las medidas exactas que separan un vértice de otro... Haciendo de las líneas una insinuación sugerente que provoca descomponer las regulares formas del equilátero para construir, como por arte de magia, un escaleno no apto para escaladores precoces. Del isósceles mejor no hablar, resulta tan inaccesible y poco solícito... Isósceles... hummm... sólo pronunciar sus fonemas desata la ira de cualquier insumiso... Isósceles... Casi obligado a doblegarse ante el gran Tótem de los ángulos... No... Pero a la vez, sí... Una provocación constante. Qué fascinantes resultan. Cuando Eduardo pensaba en acariciar su sueño lascivo más recurrente, un sueño de esos que no se cuentan salvo que te abandones a los estupefacientes o a la nostalgia más letal, siempre pensaba en triángulos. El placer oculto que escondían en su imaginario tres cuerpos dispuestos a entregarse a una batalla de fuego y conquistas, desataba coreografías voluptuosas donde el roce de la piel o el vello erizado eran sólo el preludio de una apoteósica partitura de acciones y silencios. Nunca había traspasado aquella barrera, nunca había ocupado su tiempo en elaborar encuentros físicos de verdad. Eduardo era de esas mentes libres que jamás huyen del refugio de su intimidad para que no se deshaga la mágica burbuja de la creencia. Allí , resguardado de la mirada física, resultaba relativamente sencillo entretejer las complicadas maniobras de sus fantasías. Buscaba un rincón de oscuridad implacable, perfumada en aromas evocadores y con una música tenue, como una letanía. Con poco más creaba a las figuras sobre su mirada anhelante, con una precisión pasmosa, casi matemática y comenzaba así el intercambio de todo aquello que su mente era capaz de imaginar con la precisión de un pintor naturalista. Eduardo gemía mientras componía formas triangulares entre sus manos y los vértices de los otros cuerpos... Gemía porque la química de los cuerpos reales era sustituida por una nada desdeñosa maquinaria de perfectos y eróticos ángulos sobre los que verter su pasión. La felicidad fugaz de su vida se vestía de gala en aquellos remotos instantes de entrega invisible. Tan de verdad. Cuando terminaba la música, o se extinguía el incienso... o incluso cuando se escuchaba la voz insidiosa de algún vecino trasnochador... despertaba de su letargo y ya no veía triángulos, ni siquiera ángulos, por no hablar de los cuerpos... tan solo una soledad indescriptible que paliaba a duras penas con golpes de cepillo y un dentífrico blanqueador y asalvajado salpicando el espejo del baño a modo de exorcización de sus malos pensamientos. Lo peor de todo era la culpa. Culpa por mirarse y avergonzarse, por sucumbir ante la aplastante contundencia de su quimera bizarra. la única que disipaba las nubes de su horizonte y confería a su mirada un brillo de ilusión naciente. Triángulos...yo sólo quiero trazar triángulos... Cuando pensaba esto, su dedo índice se elevaba como un resorte y dibujaba sobre el espejo un isósceles al que otorgar todos sus miedos.