lunes, 29 de noviembre de 2010

PARADOJAS DE LA VIDA


    Nada está escrito, al menos eso dicen. No existen las garantías ni las fórmulas mágicas. Las personas y las vidas desfilan por la retina deteniéndose con determinación en ocasiones,y con incomprensible vacuidad otras tantas.Para los melancólicos como yo resulta ciertamente desconcertante esperar que las paradas duren más de lo habitual, y más, cuando parecen ser tan sólo el efímero efecto de un oasis otrora atractivo y sugerente. ¿Por qué las expectativas son tan altas? o ¿Por qué los planetas se alinean tan funestamente que espantan hasta al peor de los aliados? ¿Son rachas o somos responsables de todo lo acaecido...? Tal vez sea necesario experimentar un rato largo lo que se siente en la ausencia para valorar las presencias. O quizás esas ausencias sólo sean un descarte natural que nos permite valorar más, si cabe, lo real y lo demostrable de las relaciones que perduran en el tiempo, en el espacio, en la memoria. Echo de menos, mucho, a muchas personas, pero deseo seguir creciendo y dando vueltas a este torbellino que parece no querer detenerse de momento...