lunes, 29 de noviembre de 2010

PARADOJAS DE LA VIDA


    Nada está escrito, al menos eso dicen. No existen las garantías ni las fórmulas mágicas. Las personas y las vidas desfilan por la retina deteniéndose con determinación en ocasiones,y con incomprensible vacuidad otras tantas.Para los melancólicos como yo resulta ciertamente desconcertante esperar que las paradas duren más de lo habitual, y más, cuando parecen ser tan sólo el efímero efecto de un oasis otrora atractivo y sugerente. ¿Por qué las expectativas son tan altas? o ¿Por qué los planetas se alinean tan funestamente que espantan hasta al peor de los aliados? ¿Son rachas o somos responsables de todo lo acaecido...? Tal vez sea necesario experimentar un rato largo lo que se siente en la ausencia para valorar las presencias. O quizás esas ausencias sólo sean un descarte natural que nos permite valorar más, si cabe, lo real y lo demostrable de las relaciones que perduran en el tiempo, en el espacio, en la memoria. Echo de menos, mucho, a muchas personas, pero deseo seguir creciendo y dando vueltas a este torbellino que parece no querer detenerse de momento...

3 comentarios:

  1. ya habia hecho un comentario pero el cosmos cibernetico no ha querido que se publicara, y aunque voy a intentar repetirlo, se que no me saldra ese momento paso..
    Queria comentar que a mi me pasa lo mismo, tengo las expectativas muy altas en la vida:
    y es que;
    quiero un amor de esos que eriza la piel, amigos de los que se puede hablar y te regañan pero no te condenan.
    quiero espacios agradables , cine bueno, musica que me llegue al corazon,
    quiero calidad. y eso hace que a menudo me sienta frustrada.
    quiza deba de bajar mis espectativas?
    nolo se, y no quisiera.
    ...

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  2. Yo también echo de menos a muchas personas, Melvin... pero siempre tengo la puerta ab ierta a que entren otras, con otras risas y otros miedos.

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  3. XANA: Creo que somos nosotros y nuestros anhelos y nuestras inseguridades... Pero también creo que el mundo gusta de desconectarse con demasiada frecuencia. Menos es más, o eso dicen. Un besote.
    SALVADOR: Ese es el motor que nos lleva. Aunque la vida, a veces, parezca irrevocable, siempre existen mil y una sorpresas a la vuelta de La esquina. Un saludo.

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