UN MUNDO PARALELO
No había visto nunca la cara de ese hombre. No reconozco sus manos, ni su expresión de desencanto. Siento compasión por los rostros desangelados. La compasión despierta mi imaginación. Imagino que buscará respuestas, que el sol no será un aliado agradable para su cuerpo del norte, que recordará con precisión otros manjares que no sean aire y silencio. No sé si volveré a verle. Me gustaría acariciarle sin que lo notara. He olvidado revisar las cosas que tenía que hacer hoy; otro día de improvisación, esclava de la efectividad de mi memoria. Mañana crearé una lista nueva de cosas que no he hecho y debo hacer con urgencia. No volveré a confiar en mí durante veinticuatro horas. Esa niña lleva un vestido de muñeca de feria, deberían abofetear a su madre por proyectar sus complejos de niña que quiso destacar… Seguro que ganó algún concurso absurdo de nuevos talentos. La pequeña Gwendoline pagará cara su herencia o correrá tanto como se lo permitan sus pies y sus traumas de niña enjaulada. Corre pequeña, arráncate el vestido, sí eso es…Pero ten cuidado con las zanjas, todas las calles están en obras, señalizadas con colores muy vivos y semáforos en ámbar. Hoy sólo veo semáforos en ámbar, tan intermitentes como mi palpitar, moviéndose al mismo ritmo y con la misma intensidad. Una señal de alerta que no estoy sabiendo escuchar. No quiero ver nada que no me divierta. Soy perezosa ¡Por Dios, que alguien apague mi cerebro! ¿sabes esa sensación de que una idea te lleva a otra infinitamente más compleja, imposible de resolver si no es partiéndote la crisma contra un yunque? Pues así me siento yo. Aplicada en mis reflexiones, pero inactiva hasta decir basta; entre otras cosas…. porque me siento incapaz de mover un dedo sin consultar al primero que pase ¿Qué bragas me compro señor? ¿el perineo es una zona montañosa? ¿podría indicarme si esto son las ramblas? ¿votar en blanco es delito? ¿tengo algún derecho como fumadora? ¿este bulto que ve es un tumor o un golondrino? ¿soy una persona normal si veo a los demás con extrañeza?….. Quisiera ser activista en mi pequeña parcela, en lo que concierne a mi vida insípida de telenovela, aniquilada por el zapping…..pero no sé elevar la voz más allá de la punta de mi nariz. No soy considerada como una opción válida porque yo misma me he excluido del clan de los osados ¡Joder! Míralos; al otro lado del cristal todo es muy diferente, resulta fácil ser protagonista en un mundo paralelo. La película discurre lenta, pero sin interrupciones. Me gusta ser espectadora porque me identifico con todos los personajes, puedo vivir sus vidas sin arriesgar nada más que un minuto de mi reloj; no hay conflictos, me quedo sólo con lo que me interesa. Pero aquí, al otro lado, me falta empuje para enfrentarme al segundo acto de mi vida. Se acerca un cambio. Esa de ahí soy yo, hablando con una farola para convencerme al fin de que hay más diálogos que los monólogos sin cerrar. Respiraré.
me encanta melvin!
ResponderEliminary esa sensacion de Por dios! que alguien apague mi cerebro...
un beso guapo
XANITA: Ya ves xanita, el lenguaje universal tiene esas cosas, que nos permite experimentar cosas que piensan y sienten tantas otras personas...Observar las vidas de los que están al otro lado del cristal! Siempre fue terapéutico y relajante. Lo de apagar el cerebro ya es más difícil. Un besito wapa!
ResponderEliminarNada más agobiante que una mente hiperactiva rodeándose a sí misma ufffff...
ResponderEliminarHas conseguido meterme en el mismo centro del pensamiento envolvente de la narradora.
Besos de cabra loca
ANANDA: Es lo que tiene empatizar, jejeje... Que te metes, te metes y no sales. Besiños de tomillo y romero. Ole!
ResponderEliminarGuau.
ResponderEliminarRespira, por favor.
Me ha encantado.
CRIS: Eyyy! gracias guapa, bienvenida a mi espacio. Pásate cuando quieras. Un besote.
ResponderEliminarNo sé si he interpretado mal tus palabras, pero veo la radiografía de un alto porcentaje de personas que actualmente no saben en que parte de su alma se encuentran las ganas para luchar.
ResponderEliminarEl personaje podría ser un/a joven de cualquier rincón de España.
Por cierto, no sé que ha pasado con mi blog que he perdido tu último comentario y no he podido entrar en días...
Saludos Melvin
GINCRISPI: Sí, es un retrato de la inseguridad y de cómo nos resulta más fácil observar desde la protección que nos proporciona el otro lado, sin alterar nuestro orden aparente, antes que tomar partido en las cosas que nos rodean. En realidad podría ser cualquier ciudadano del mundo (Menos los árabes, que últimamente se comen la inseguridad con papas). Por cierto lo del post es porque estaban reparando la bloggosfera. A todos se nos ha borrado algo. Un abrazo amigo Gincrispi.
ResponderEliminar