domingo, 13 de marzo de 2011

LA CONFESIÓN DE CLAIRE



CLAIRE: A Paul no le gusta que fume, ya se que ocultarlo no es la mejor solución, pero no quiero que se preocupe por nada y menos por un vicio absurdo que sólo consigue despertar mi melancolía...(saca un mechero de la cajetilla y se enciende un cigarro. Comienza a fumar con deleite) Conocí a Paul en una cafetería del este, mentiría si dijera que ha cambiado mucho....sigue igual de encantador que entonces, ¿no les resulta entrañable? Era miércoles, yo desahogaba mi confusión escribiendo, cosas de las que me avergüenzo, en un viejo diario. Él estaba sentado sobre uno de esos taburetes altos forrados en piel, frente a la barra, moviendo a sacudidas la cucharilla de su café au lait; mirándome intimidado sin querer mirarme, pero sin poder evitarlo, mientras su desayuno desbordaba la taza y el camarero le increpaba por ponerlo todo perdido. En la radio sonaba “La vie en rose”, el himno glorioso de una premonición que tomó cuerpo entre flirteos de adolescentes caducos y una atmósfera de lo más inadecuada; nunca olvidaré la expresión de su cara de miércoles por la tarde; me resultaba tan cómico verle agitar la cucharilla de aquella forma; como el que espera obtener un obsequio, mojando su brioche en el aire por no separar sus ojos de los míos y con aquel gesto lamentable de querer decir y no atreverse que le hacía tan vulnerable, tan apetecible... Han llovido tormentas de abandono desde entonces, Paul ha vivido estos capítulos de la vida en común preocupado por despertar un día y no sentir nada, ni siquiera remordimiento por la apatía...Su corazón ha sufrido el desgaste de noches y noches esperando que ustedes regresaran... sí, ustedes... es que acaso siguen sin comprender...han vuelto para ayudarnos a ser lo que fuimos, cuando sonaban campanas de esperanza en la ciudad, ¿entienden lo que quiero decirles? Me preocupa como se vaya a tomar Paul este nuevo aliento, la última crisis fue terrible...(Suena una sirena en la calle. Claire apaga el cigarro y se incorpora de un salto) ¡Paul, Paul ¿escuchas? la gente grita en las calles ¿escuchas? Tal vez no sea demasiado tarde!

7 comentarios:

  1. Hola, Melvin
    El final no lo entendi :(
    Un abrazo

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  2. En la calle gritan manifestantes. La vida traspasando las paredes insufla aire nuevo a Claire, necesitada de vida más allá de la melancolía. Paul, su marido de quien ya escribí algo unos post antes, lleva mal eso de los cambios. Sufre del corazón y ella teme que el entusiasmo le arrastre y se lo lleve para siempre. Peretenece a la pieza "68" estrenada en Sagunto y Valencia durante el 2009. Un besote.

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  3. la melancolía es una droga..

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  4. JORDIM: La melancolía es el efecto placebo más narcotizante del universo. Hechiza y asusta en la misma proporción. Un saludo y bienvenido.

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  5. Gracias por la aclaración, Melvin :)
    un abrazo,
    Romek

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  6. Me ha sido inevitable trasladar el diálogo a cualquier hogar de Libia, aunque parezca extraño me ha transportado a esa atmósfera.
    Te voy a agregar a mi lista de blogs que si no te pierdo el rastro. Saludos.

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  7. ROMEK: De nada wapo, un placer si aclarar es comunicar y tenerte por aquí. Un besote.
    GINCRISPI: Hola bonico. Podría suceder como dices en cualquier lugar... Libia, Japón... Estamos rodeados de hechos paralizantes. No nos perdamos el rastro. Porfa, porfa, porfa... Un abrazo.

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