lunes, 29 de abril de 2013

OLVIDO





    Ayer me tocaste, pero olvidaste que tengo piel y sentiste sólo cuerpo en tus dedos de hierro. Descuidaste las caricias, regalos de cada día, y me ofreciste la negligencia de estar a medias, desconectado en tu viaje de ida y vuelta a la luna. No, no hace falta que me digas que no volverá a suceder, yo prefiero aceptar voluntariamente a resignarme sin saberlo... O mejor...¡Dame todos los besos de hoy! me pertenecen... ¿Dónde están tus labios? Y no me envíes besos sin remite, no los quiero, me hacen sentir sucia; son como una cita a ciegas con tu egoísmo generoso. Besos a distancia, besos de artificio, besos que sellan mis labios y me hacen callar. Yo no quiero callar, estoy dispuesta a vomitar mi denuncia si es necesario ¡Entrégame tu mirada atenta, dedícamela cuando despierte! Y si eres incapaz de hacerlo, arráncame los ojos, ciégame, seré una autómata que no echa nada en falta, será esclava de tu ausencia...pero libre de ti ¿No hablas? Dime algo, dime poesía ¿también me la has robado? Yo la guardé prudentemente como un murmullo discreto en la cueva de mi oído, pero ahora que importa eso... ya hace demasiado tiempo que no siento el  cosquilleo de palabras vivas trepando a mi complacencia. Hace demasiado que no me siento viva.

20 comentarios:

  1. Me has dejado muda, Mel.
    Simplemente estremecedor.
    Me hiciste recordar un pensamiento:
    "Guardarme de la violencia, ya se exprese mediante la lengua, el puño o el corazón"
    Martin Luther King.-
    Un abrazo enorme, mi amigo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, hiriente y desgarrado, inevitable pensar en el sometimiento de tantas personas ancladas en una relación, viciada, agresiva y aniquiladora... Y qué difícil romper el vínculo cuando se necesita una buena dosis de lo mismo... Besotes.

      Eliminar
  2. Sin palabras, me has dejado sin palabras.

    Estremecedor.

    Un abrazo chico !!.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto es que uno se queda petríficado ante la voz malherida del esclavo emocional... Sobre todo porque nos asusta reconocernos en alguno de sus síntomas.... Somos humanos, querido Celso... Un besote.

      Eliminar
  3. Ha llegado la hora de partir. Estremecedor relato.

    Saludos Melvin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En ocasiones resulta tan complicado decir adiós... Aceptar que es eso o la muerte en vida... Besotes Jaal.

      Eliminar
  4. Que triste es la vida del que cede la suya propia voluntariamente a la esclavitud, sin darse ni siquiera cuenta de que su voluntad ya era esclava antes de la cesión.

    Un beso (libremente dado)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuánta razón tienes... Quizás eso sea lo triste, esa predisposición innata a aceptar una vida pobre sólo por el hecho de permanecer, sin medir la calidad, ni las carencias, ni el vacío... Recojo tu beso con la libertad con la que me lo otorgas. Muaka.

      Eliminar
  5. Me espeluznan estos sentimientos que tan bien expresas. Pero nadie estamos a salvo, aunque nos parezca imposible, de caer en una de esas trampas. Incluso puede que nos las pongamos nosotros solos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La mayor parte del tiempo son proyecciones, estoy contigo... Provocamos nuestra insatisfacción para poder justificar el malestar... Somos así de complejos...Con razón Shakespeare se puso las botas desmenuzando entrañas...Jejeje... Besotes.

      Eliminar
  6. Debería huir de esas cadenas.
    La tienen muerta en vida.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y si pudiera, creo que lo haría... Qué tristeza da contemplar a los muñecos... Besotes.

      Eliminar
  7. Ayer mismo lo terminé así que, inevitablemente, tu texto me ha recordado a "Carta de una desconocida", aunque creo que en el tuyo hay más reproche o, si quieres, "denuncia". Como decías Uno y tu, a veces nos instalamos en ese bucle del que no queremos salir. Pero otras hay que pasarlo, es como un duelo, no crees?

    Biquiños

    ResponderEliminar
  8. Totalmente de acuerdo... Creo que ese tipo de experiencias tan traumáticas acaban por fortalecer y nutrir de recursos a aquel que consigue salir... "Carta a una desconocida" ¿Es una novela que has escrito???.... Ya me cuentas..... Besotes.

    ResponderEliminar
  9. Nooo, jajaja! "Carta de una desconocida" es una novela muy cortita de Stefan Zweig (Viena, 1881 - Petrópolis, Brasil, 1942)en la que se basa la película homónima de Max Ophuls, protagonizada por Joan Fontaine.

    ResponderEliminar
  10. Oops... Nunca es tarde para aprender...jajaja.... Gracias, amigo, por la aclaración...

    ResponderEliminar
  11. Buf, ya nada más entrar a tu blog y ver esa cara tan desgarradora que has puesto, me ha quedado sin habla, después... cuando he ido leyendo tu texto, me has dejado con los pelos de punta, es escalofriante tu texto pero ¿sabes? hay tantas mujeres así, que viven "sin vida", encadenadas, esclavizadas, renunciando a su propio yo, para formar parte de la otra persona con gran carácter, y ellas se sienten anuladas como un cero a la izquierda, y se creen que son felices y que aman, porque se creen que son nadie sin la otra persona, cuando lo que están es atadas a sus propias cadenas perdiendo su libertad.

    Brillante tu texto, Melvin, de verdad, te felicito por él.

    Un beso.

    PD.- Y te agradezco por tus bellos comentarios dejados en mi blog, los cuales, con gusto, he respondido.

    ResponderEliminar
  12. Pues sí, querida mía. Lamentablemente la esclavitud adopta muchas formas y pieles y cuando uno está ahí dentro, la negación del ser se instala a la par que crece la admiración absurda hacia quien nada o poco da... Somos así los humanos. Un besote enorme.

    ResponderEliminar
  13. Desgarradora imagen al igual que el relato, muerta en vida, y lo peor, tan real y común en la vida

    Besos Melvin

    ResponderEliminar
  14. Pues sí Ame, demasiado común para obviarlo... Retratos de la frustración que tantas veces se instala tras las paredes de la intimidad. Besotes y bienvenida.

    ResponderEliminar