GARY: Llevo varios años observando con detenimiento a las personitas humanas y he caído en la cuenta de que todos ocultamos a alguien en nuestro interior. Un monstruo anhelante de superación que infla el globo del ego hasta convertirnos en un perfecto espécimen poco dado a reconocer sus limitaciones. Así pues, pobre de aquel que crea a pies juntillas las verdades absolutas de nuestra especie, porque tengo pruebas que demuestran que todo es relativo en lo concerniente al ser humano. Mi "Decálogo del hombre imperfecto, que quiere ser tan perfecto que le sale fatal y acaba siendo peor".
Uno: La frase “Yo no miento nunca”, tan común entre los terrícolas, es ciertamente imprecisa y debería matizarse. Quedaría algo así: Yo sólo miento cuando la situación lo requiere, sin deseo de ofender a nadie y con la mejor de las intenciones. Si de paso salvo el culo, eso que me llevo.
Dos: “Si me quieres acéptame como soy”. Difícil tarea cuando tu padre es un asesino en serie, tu hermana sólo se ducha en días festivos y tu hijo entrega su alma a la gracia de dios en un campamento de juventudes católicas.
Tres: “A veces me gustaría coger la maleta e irme para siempre” Esto ha sido pensado, que no hecho, por el 99,7 por ciento de la población mundial en momentos de crisis personal o de pareja, al perder el curro, después de atracar un banco o cuando te expropian tu propia casa. Conclusión, las miserias irán contigo allá donde vayas.
Cuatro: “Sin exagerarte te digo que la tenía así” Esta tendencia tan intrínsecamente humana a la exageración, no es más que el deseo de ver, sentir, vivir más intensamente que los demás, aunque ello suponga que en el barrio te conozcan como el flipao.
Cinco: “ Sí, pero es que yo soy muy sensible ¿sabes?...” Y dices la frase y mientras la escupes sientes en lo más profundo de ti que tu dolor es súper intenso, debido a la enorme sensibilidad que te caracteriza, y piensas, de corazón, que el mundo no entiende tu malestar porque todos a tu alrededor son seres glaciales y carentes de las herramientas adecuadas para entender y traducir lo insondable de tu agónica tortura ¡Jo…!
Seis: “ Soy una persona de palabra, cuando digo algo…” No lo cumples generalmente, al menos no con las condiciones expuestas. Hay algo en el camino que simplemente se va perdiendo. Si el compromiso era montar la instalación eléctrica de una casa a primera hora para acabar antes de la comida; te encuentras con que el electricista llega a las 10.30h, a las 11 se va a almorzar, cuando regresa te dice que le falta material; se va, vuelve y a las doce, inspecciona todo al milímetro para comenzar a trabajar. Te pone la casa patas para arriba, se tira un par de pedos de esos secos, bien sonoros, y finalmente te espeta que volverá por la tarde y que no es seguro que acabe antes de la noche.
Siete: “ Yo no soy cotilla, soy social por naturaleza” Esta si que es nuestra mayor contradicción. El instinto animal menos controlable y más evidente. Un día le cuentas una confidencia a la persona inadecuada y, al día siguiente, diez te miran con condescendencia, dos te sonríen estúpidamente y una gira la esquina con poco disimulo antes de cruzarse contigo.
Ocho: “ Te perdono pero no olvido” O lo que es lo mismo, no te perdono, pero te digo que sí para que tu te relajes y para que mi puñalada, que no tardará en caer, sea más efectiva. Lo de olvidar es que no me nace, compréndelo.
Nueve: “Cuanto me alegro por ti, de verdad” Agárrate fuerte a lo que sea cuando escuches algo así. El que insiste en el detalle de que su sentimiento es de verdad es porque parte de la posibilidad de que quien tiene en frente no le crea. Sería más fácil, pero socialmente peor aceptado, confesar que sientes una envidia cochina y que algo en ti ha despertado a tus demonios más internos, pero claro, que nadie lo sepa, sonríe.
Diez: “ Yo soy súper puntual” ¿Quién no ha dicho esto alguna vez, eh? Claro, si lo analizamos bien tendríamos que evaluar la visión personal que cada uno tiene del tiempo, que es relativa y muy subjetiva. Está el que siempre llega tarde cinco minutitos, el que aparece una hora después con cara de ¿Pasa algo?, el que no aparece y no llama y el que se va a por tabaco y vuelve enseguida. Pero todo siempre con la mejor de las voluntades.
Asumamos pues que somos imperfectos y hagamos de nuestros puntos débiles una celebración. Visto desde fuera, ninguna persona se libra… ¿Por qué ese empeño en que nadie lo note? ¿La respuesta…? en una terapia o en una noche de borrachera, dos cosas infalibles a las que todos podemos acudir cuando el monstruo de la perfección toque a nuestra puerta.
Me gusta que destripes tópicos. Sin piedad.
ResponderEliminarBuenas observaciones y reflexiones sobre la "condición humana".
Quién no se reconoce??? Fíjate, yo no soy cotilla y tras leerte me he reconocido como "cotilla selectiva" (te lo digo en serio)
La imperfección sólo en interesante en la belleza del arte. Menos mal que nosotros no lo somos.
Te dejo un beso fuerrrrte, mi querido Melvin, que tengas locos sueños
ANANDA: Siempre tan reconfortante querida amiga... Sigo en mi empeño de analizar la condición humana. Sus virtudes y miserias. Hoy tocaba un poquito de humor y un toquecillo del club de la comedia (Aunque detesto ese género manido, la verdad) que últimamente estoy de un oscuro que no me soporto. Un beso enorme, me siento muy cuidado por tus visitas y comentarios. Gracias Ananda. Ahora te hago una visitica. Un beso enorrrrmeeeeeeeeeeeeee!!!
ResponderEliminar¿Cotilla yooooo? ¿Impuntual? ¿Envidioso?...La verdad es que no se con qué tipo de seres humanos tratas pero no encontrarás a nadie que me conozca que pueda acusarme de soltar un pedo seco.
ResponderEliminarSinceramente, con lo sensible que yo soy, me ha dolido esta descripción del género humano. Que si, que algunos mienten pero te juro que yo conocí a uno que si que la tenía así.
En fin, entiendo que lo mismo tenías un mal día y te perdono. Pero no olvido.
Y no, no cojo la maleta, me quedo por aquí para seguir disfrutando de otras entradas.
Un abrazo
UNO: Jajajaja... Por un momento me asustaste y creí intuir a ese ser vengativo capaz de atacarme en un descuido... Pero tú no... No puede ser. Sea como fuere, un placer tenerte por aquí, prometo cuidarte y no despellejarte sin criterio... Jejeje, un besote chicuelo.
ResponderEliminarPero si la perfección es muy aburrida y gris!! Quita, quita....déjame como estoy, con mis imperfecciones y mi todo...Lo curioso es que somos más propensos a aceptar nuestras pequeñas (o grandes) imperfecciones que las de los demás y eso es debido a otra imperfección: la facilidad que tenemos para ver la paja (aunque sea así de grande, jejej) en el ojo ajeno!!
ResponderEliminarBesos imperfectos
deWitt: Pues eso... Que muchos conflictos se resolverían fácilmente aceptando nuestras propias limitaciones sin complejos y sin orgullo. Un besote.
ResponderEliminarJojojo, mi primera visita y no puede ser en un post mejor, no, en uno que habla de mi tal cual soy, genial por autodenominarme de alguna forma sencilla.... jajajaja.
ResponderEliminarVamos, muchos utilizamos esas frases pero muchas veces ni nosotros mismos nos las creemos, yo soy de medioverdades, y esto hace referencia al primer punto, soy de los que no mienten "claro que, tampoco digo la verdad siempre y no siempre cuento todo". Así es como se podría resumir a Pimpf, luego... tengo el resto de virtudes que has destripado en el post.
Encantado de pasarme por aquí.
Bicos Ricos
PIMPF: Pues lo dicho, hagamos de nuestras imperfecciones esa celebración. Visto desde la perspectiva más humana... es lo mejor que nos puede pasar. Sino...¡Qué coñazo! ¿no? Un abrazote, pásate cuando quieras que serás bienvenido a mi lar ¿Eso es muy del norte, no? Jajaja. chau.
ResponderEliminar“Yo no miento nunca”: Yo sí, por desgracia, lo tengo que hacer continuamente: para que nadie se ofenda, para conseguir trabajo, para no liarla...
ResponderEliminar“Si me quieres acéptame como soy”: Yo me esfuerzo lo indecible en superar mis defectos, que no son pocos, pero sobre todo, acabo aceptando a gente que no me gusta como es pero les quiero...
“A veces me gustaría coger la maleta e irme para siempre”: Yo una vez, ya hace muchos años, lo dije de verdad. Y lo hice.
“Sin exagerarte te digo que la tenía así”: Las historias hay que adornarlas un poco, siempre. Estoy totalmente a favor de la exageración y las licencias poéticas.
“ Sí, pero es que yo soy muy sensible ¿sabes?...”: Estas tonterías desaparecen el día qu e tienes que cuidar a un familiar con problemas mentales que se pasa tu sensibilidad por donde la tiene así.
“ Soy una persona de palabra, cuando digo algo…”: Nunca prometo.
“ Yo no soy cotilla, soy social por naturaleza”: Aunque pueda parecer lo contrario, yo no soy ni cotilla ni sociable, jajajaja.
“ Te perdono pero no olvido”: A mí sí me ha pasado: con gente a la que no tienes más remedio que perdonar.
“Cuanto me alegro por ti, de verdad”: Yo suelo decir: Me muero de envidia. Queda más sincero y a la gente le encanta saber que otros le envidian, se lo toman como un cumplido.
“ Yo soy súper puntual”: Yo soy super puntual.
:)
(por cierto, soy Cris, de http://cris-emblogada.blogspot.com/ No sé pro qué no me deja comentarte desde la otra cuenta ni desde el otro navegador con esta cuenta.... )
Ya veo que también te gusta destripar tópicos, los que sientes como propios y los que no te pertenecen. Lo de tener dificultades para publicar, lo sé. Lo he sufrido durante este mes. Lo único que me ha servido es abrir el gmail antes de abrir el blog. Mira a ver si te ayuda. Un besiku wapa ¡Y que vivan nuestros defectos, que le dan entidad a las virtudes.
ResponderEliminarJajajaja, y yo que creía que mis posts eran largos, jajajaja, aunque me he reído mucho con alguna reflexión. Por qué todos somos un poco de lo del "me alegro, pero de verdad"? XD
ResponderEliminarTe devuelvo la visita, y, de paso, te diré que lo que más gracia me ha hecho es el dibujo del principio. Así me quedé yo un día y hasta las telarañas se me han fosilizado ya, jajajajaja.
Yo me pongo colorado cuando me descubro defendiendo mis imperfecciones. El caso es que lo tengo tan perfeccionado que el que está delante tragándose mi panegírico no suele notar nada. Cuando termino me voy a un rincón apartado a balancearme sobre los tobillos y a insultarme.
ResponderEliminarEs evidente que esta penitencia no se da siempre (casi nunca), en la mayoría de ocasiones inflo el pecho y cacareo. Soy, como todos, un perfecto ignorante.
Lo mejor es la cara de boba que se te queda cuando alguien te pone en solfa todas esas cosas y te suelta que (por ejemplo) estuvo un día esperándote una hora y media y encima le diste una excusa barata (para no ofender), explicándole que habías pasado la noche con uno "que la tenía así" y te contesta (de mala gana) que "se alegra mucho por ti".
ResponderEliminar"Me gustan mis errores.No quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme". (Charles Chaplin dixit).
Kisses.
Z: Pues ya ves, rivalizo contigo en extensión... Es que yo cuando me pongo, me pongo. Mira una imperfección más: "El complejo de súperheroe". En cuanto a la imágen... Bueno, la espera puede ser ciértamente letal en algún que otro caso. Jejeje... Bienvenido y pásate cuando quieras bonico. Muaka.
ResponderEliminarMe encantó tu escrito ( ahora tengo miedo de decir algo, sé que lo analizas todo) jajajajajajajaja
ResponderEliminarMe quedaré por aquí, para no perderte de vista.
Te contaré que me sacaste varias sonrisas y más de una carcajada...
Besitos en el alma
Scarlet2807
ARGAX: Si ser ignorante consiste en esa flagelación sistemática y, en ocasiones, necesaria a la que nos sometemos... Entonces que sano es serlo y que buena la lapidación del ego en un rincón y con los pies en punta.Un abrazo amigo.
ResponderEliminarSINCOPADA: La parte más interesante del tópico es la leyenda urbana que lo configura, el mito alrededor del cual históricamente hemos ido añadiendo matices sin cesar hasta crear un estereotipo del que es mejor poder reírse... Bienvenida amiga, con tus errores y con tu camino por hacer...Un besote
ResponderEliminarSCARLET:Bienvenida tú y tu espíritu auto-crítico, ese mismo que te permite reír de lo que somos aunque sea desmesurado y caricaturizado. Gracias por tu amabilidad y dulzura, se intuye desde esta distancia... Tus palabras hablan de ello. Un besote, pásate cuando quieras.
ResponderEliminarMe han parecido estupendos los analisis y bastante ciertos.
ResponderEliminarMe ha ocurrido algo muy extraño. Cuando he empezado a leer he visto una nota a Gary y despues decia "Uno" Yo pensaba que, como hay un bloguero que se llama Uno, le mandabas otra nota a el. Luego he leido "Dos" y he pensado que alguien, otro bloguero se llamaba Dos. Pues bien, no me he dado cuenta de que era una numeracion y no una aludion a blogueros con nombres de numeros hasta el numero siete! Realmente esta crisis financiera esta acabando conmigo jeje.
Queria aprovechar la oportunidad para agradecerte el que no me hayas abandonado durante mi ausencia. Ire escribiendo a pesar de mis circunstancias para no perder el contacto con vosotros. Un abrazo,
Romek
ROMEK: Bueno, curiosa anécdota amigo. Mi decálogo, bueno el de Gary...jejeje... creando confusiones como si de un rasgo más de la imperfección humana se tratara...En fin, que me alegro de tu retorno, aunque sea paulatino. Los breaks son tan necesarios para recopilar, instruirse, desconectar. Espero que algo de todo esto te haya quedado en el silencio. Aquí estaré, mientras así lo quieras. Un abrazo enorme (Con fondo de Gershwin).
ResponderEliminar¡Hola! Cuánto tiempo.
ResponderEliminarUna lista bastante acertada, el ser humano es un saquito de tópicos...
Saludos Melvin.
GINCRISPI: Ya se sabe que si el río uena... esque lleva caudal. Un abrazo, amigo, espero que todo fluya para ti.
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