lunes, 6 de mayo de 2013

NEW YORK PART.II (UNA TARDE EN CONEY ISLAND, TRAS LA ESTELA DE ALLAN).




Era una tarde de esas, fría y decadente. Los labios filtraban la arena a sorbos, la soledad paseaba íntimamente junto al aliento... ambos a la deriva. El aire ocultaba las huellas de otros y pareciera que su mayor ocupación fuera acariciar mis mejillas con rudeza.




La magia opaca de los neones, con sus extintos ecos d'autrefois, tiritaba en Blanco y Negro, como en una película de esas que ya nadie ve, porque nadie recuerda que existen, ni tan siquiera los nostálgicos. Fotogramas congelados que despiertan el olvido.



Sin apenas darme cuenta me enzarcé en un hechizo místico junto al viento glacial y el silencio. No hubo tregua, caí vencido ante ese encantador aroma de vacío que encapsulan los instantes perdidos.






Allí, estaba yo, degustando aquella atmósfera con cierto deleite, saboreando el extraño placer de perseguir recuerdos ajenos con una intensidad irreal, casi onírica.




Y con esa sensación de curiosa familiaridad recorriendo el circuito energético que viaja inexorable desde mis talones hasta mis ideas, descubrí que no me importaba estar al servicio de mi desnudez. 




Mis pasos resuenan en Coney Island, perseguidos por su propia cadencia, acompasados por un tempo lánguido y melancólico, una invitación al abandono más placentero, un poema con verso libre y melodía cansada. El viaje interno más difícil de explicar.




Los paseantes son fantasmas vigilando su parcela de desidia dominical, el hastío devorándolo todo sin embargo, hermoso paisaje es aquel que deslumbra aún apagado. Es el caso. Algo tirita bajo mis pies. Una felicidad enmascarada en tonos grises.




Viajo a esos "Días de radio", al asombro, al embeleso, al deseo de conocer, a las fiestas populares y al algodón de azúcar, a la travesura del niño que se sabe anárquico o irresponsable, al primer beso y al último, al paseo de la mano y las verbenas, a las melodías de Gershwin, a los acordeones, los cómicos y las risas enlatadas, a las despedidas para siempre, a las lágrimas furtivas, al clamor de las masas, al pánico en las alturas, a la primera foto...




La figura de Allan Stewart camina invisible junto a mí, la encuentro diluida en pequeños detalles que nadie parece recoger... Pero yo vine para eso... Yo sólo quería estar en Coney Island.


20 comentarios:

  1. Y así, sin mover un solo músculo, despegué de mi silla y me llevaste de la mano para recorrer Coney Island. Y te juro que estuve ahí.
    Magical Mystery Tour... Gracias por este instante de cielo, Mel! Un abrazo enorme!

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    1. Oh, gracias Bee, me llega al corazón que podamos viajar con esta facilidad... La sensibilidad es una buena aliada ¿no crees? Un beso enorme y un aliento sereno desde Coney Island. Besotes.

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  2. Me ha encantado !!... ¡Bravo chaval!.

    Un abrazo chico !!.

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    1. Gracias Celso, me alegra mucho que te haya gustado... Todo sale del recuerdo en la ficción, existe la verdad.... Besotes.

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  3. Días de radio!!!
    Si!!!

    Esa es la peli que no me salía cuando te estaba leyendo.

    Gracias por compartir esos grises magníficos.

    Saludos.

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    1. Gracias a ti por leerme... Y por emborracharte de ese gris tan letalmente nostálgico. Un besote.

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  4. Qué paseo más hermoso me acabo de dar contigo... Melvin

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    1. Jo, me hace sentir muy bien esto que me dices... Te hace un capuccino y una charla sin prisas??? Besotes.

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  5. Ays, qué fotos tan bonitas!! El texto también, por supuesto, pero a eso ya nos tienes acostumbrado. Yo sólo quiero ir a NY para tomar fotografías, no te digo más...

    Un abrazo

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    1. Qué bonitas cosas me dices querido deWitt, cuando vayas a New York dedícame un pensamiento, me hará feliz... Un abrazo amigo.

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  6. No te puedes imaginar como me gustan este tipo de paisajes. Maravillosas fotos ilustrando ese estupendo texto tan evocador. Así quisiera yo ver Coney Island. Porque te confieso ( y que lo sepan todos, ya no me importa) que he visitado unas cuantas veces N. York pero nunca pude ir a Coney Island. Hasta hoy.

    Un abrazo

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    1. Qué extraña atracción tenía hacia ese lugar... Y qué satisfacción reconocerme caminando por allí, como uno de esos personajes dibujados en la memoria... Qué bonito eso de que hayas viajado de alguna forma a Coney Island. Un besote, hoy especialmente cercano.

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  7. De Coney Island sólo conozco el disco de Lou Reed, embajador donde los haya de NYC. Muy buenas fotos, aumentan mis ganas aún si caben por viajar a esa ciudad.

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  8. Sergio, no te decepcionará, te lo garantizo... Es un no parar de emociones... Un besote.

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    1. Gracias amiga...y por tomarte el tiempo de leerme. Un besote enorme.

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  10. Amigo, Melvin, me han encantado las imágenes, y con ellas he paseado a través de mi mirada hacia aquel lugar tan mágico, de la mano de tus letras, gracias por compartir tus vivencias.

    Un beso.

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    1. Siempre un placer compartir con quien sabe valorar tanto las imágenes y las palabras. Un beso enorme.

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  11. Ah... y espero la tercera parte, Melvin.

    Un besazo muy grande, amigo mío.

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    1. Para junio la próxima entrega... New York At night.... Los claroscuros de la gran ciudad.... Besotes amiga, por cierto, te voy sintiendo mejor....

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