martes, 11 de septiembre de 2012

RYANAIR





    Una vez más aquí y siempre digo que nunca más, que esta "tomadura de pelo con alas" no volverá a sentir mi culo inquieto sobre uno de esos asientos, más inspirados en la línea estética de un IKEA de los 80 que en las gráciles tierras del "Danny Boy". Sin embargo, aquí estoy, celebrando la incoherencia humana con destino a Bérgamo y con la ilusión renovada de un viaje que, en tiempo de crisis, sólo puedo hacer con la compañía irlandesa más pródiga en vuelos baratos, embutiendo mi meditado equipaje en una maleta de los chinos que si no encajara en el maldito receptáculo metálico o si finalmente superara los 10kgs de rigor, acabaría por despertar a mi monstruo interno más ancestral; ese que astútamente oculta su navaja suiza bajo tres calzoncillos usados y una bola de papel albal (a falta de plomo...)  ese que es capaz de acometer la personal masacre del "Vengador de clase turista" amordazando a todo aquel que sonría sin ganas o vista un uniforme de dudoso gusto en tonos azules y amarillos. STOP. Deliro, mi imaginario se apodera de mí durante unos segundos. Una azafata de aspecto agrio y mirada furibunda me observa con desprecio anticipando su deseo de conseguir que mi maleta se quede atascada en el cacharro destruye maletas. Su expresión se ensombrece al comprobar que no llevo ninguna maleta, sino una bolsa de viaje que escondo tras mi espalda, colgada en el hombro izquierdo. La decepción es máxima. Ella sabe de antemano que mi bolsa de viaje pasará sin mayor dificultad y eso le produce urticaria. Me pide el pasaporte, comprueba que soy yo el de la foto y no un ex-convicto de Alcalá Meco. Le chirrían los dientes, lanza el pasaporte sobre el mostrador con desidia y pronuncia la anhelada palabra para todo pasajero de Ryanair que se precie: ¡Avanti! Después de 42 minutos de cola, embarco y me embarco en una nueva odisea aérea a lomos del Boeing 737. Respiro, no será necesario activar al monstruo. En el fondo soy discípulo aplicado y un tanto kamikaze... Un obstáculo menos. Mi relajación dura escasamente un suspiro, pues el descenso a pista implica irreversiblemente  comenzar la carrera última, obligados a pillar un buen asiento todos sucumbimos a la tentación de ocupar con desespero el mejor sitio útil de todo el avión... bueno, del aparato volador... para poder, con suerte, estirar las patas y no morir por trombosis o ansiedad claustrofóbica. Los asientos más próximos a las puertas de emergencia son ese edén soñado por la mayoría pero tan inaccesible que muchos se quedan en el intento. A riesgo de ser el responsable de abrir la fatal compuerta, consigo el objetivo más difícil ¡Bingo!Soy un privilegiado, estoy sentado en uno de los tronos reales y todos me envidian, sí, lo puedo notar. Todos querrían ocupar mi lugar. Observo con detenimiento la palanca roja que debería activar si... mejor no pensarlo. Los dibujitos sobre planes de evacuación que hay en el respaldo del asiento frontal son divertidos a pesar de ser catastrofistas. Por cierto ¿quién se dedicará a hacer este tipo de creaciones tan...coloristas y ocurrentes? Las azafatas ejecutan, con la energía de un Galápago leproso, su recurrida coreografía... ¡Dios mío qué poca chispa! Evito mirarlas para no reventar de la risa, siempre que asisto a la proeza gestual de las ninfas del aire me acuerdo de Martes y Trece, ese Millán... Cruzo los dedos, despegamos y vuelvo a tener el socorrido pensamiento ¡A qué mala hora! Una vez ya encima de las nubes...revistas Ryanair, cigarrillos sin humo, servicio de bar en carricoche ortopédico, tarjetas de rasca y gana pero sin premio (a pesar de las expectativas) perfumes duty free, cafés ardiendo y mi mayor entretenimiento que es mirar la tierra e intentar reconocer los lugares por los que paso. Tengo otra afición pero es menos constructiva y un poquito más agorera, me suele tocar cerca del ala y acostumbro a visualizar una tuerca temblorosa sobresaliendo de la chapa metálica. Uno que se divierte a su forma. Ya se divisa Lombardía, allí está Milán, aquello debe ser Bérgamo, parece que la gasolina ha dado de sí, como últimamente están tan conservadores... En cabina no parecen estar despresurizados, la expresión de "aquí no pasa nada" de la tripulación delataría el hecho, pero las chicas siguen con su cara de rancias, así que el piloto no estará con la tez morada. Bueno, bueno,  las chinches tampoco han hecho acto de presencia (Seguro que es un bulo para desprestigiar a tan laureada compañía) Todo está bien. La pregunta final antes de tomar tierra y comenzar las verdaderas vacaciones es inevitable... ¿Compensa realmente? Quiero decir ¿por qué volvemos año tras año a repetir la misma experiencia traumática? ¡Ay, cuidado que llega el aterrizaje! asfalto mojado, ligero derrapaje y finalmente tierra firme. La respuesta a mi anterior pregunta la encuentro en los aplausos unánimes de los pasajeros y en la estruendosa melodía del séptimo de caballería... Parece que nos gusta sentir que a parte de ofrecer vuelos baratos, Ryanair no cuenta en su historial con ningún accidente mortal. De momento. Suenan los click-clack de los cinturones y la euforia se apodera del lugar... Huele a tigre, pero se respira felicidad. Estoy convencido de que volveré a picar... Pero es tiempo de desconectar, ya llegará el regreso... Espero.





18 comentarios:

  1. Me estreno el mes que viene con Ryan Air en un vuelo a Palermo por lo que me he tomado muy en serio esta entrada. Eso no quita para que me haya reido lo mío. Tengo que ir a por una de esas minimaletas al chino. Diviértete.

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    1. Querido mío, espero tus sensaciones cuando vuelvas jejeje... Yo ya en casa, el viaje fantástico, iré desmenuzándolo poco a poco y pondré fotillos. Un besote.

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  2. Uff,enhorabuena,por llegar a tu destino.
    Me has hecho recordar otros momentos con otras compañías low-cost.Cada vez que he sentido el aterrizaje,respiro con alivio.!Prueba superada!
    bsts

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    1. Es adrenalínico a tope, esa es la verdad. Pero ya en tierra firme asimilando toda la información recogida. Ya en casita. Besotes.

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  3. YO este verano también he viajado con Ryanair y, afortunadamente, sin incidentes. Yo me lo planteo un poco como tú, porque desde que uno se sube al avión hasta que baja, asiste a todo tipo de escenas surrealistas. También confieso que mi fobia a permanecer en sitios cerrados me obliga a ejecutar un ritual de aislamiento que me aparta de todas esas coreografías y tómbolas de las (y los) azafatas. En cualquier caso, nunca me ha pasado nada con Ryanair (ni con ninguna otra compañía, toquemos madera) pero, efectivamente, son cansinos hasta decir basta.

    Un abrazo

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    1. A mi lo que más me asombra del tema es lo que apunta Toro allá abajo... Cómo acudimos dócilmente a la llamada de quien nos hace pasar por el aro... Ahora, entretenido es un rato. Besotes.

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  4. Que bueno...
    A mí no me pillarán.
    Ni esos ni ninguna otra low cost.
    Prefiero viajar menos.
    Aunque sea Toro no quiero que me traten como ganado.

    Saludos.

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    1. Y haces bien, el panorama es bastante borreguil, pero soy incapaz de domesticar mi alma inquieta... Y viajo en cuánto tengo ocasión. Besote.

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  5. Siempre que he viajado con Ryanair me lo tomo como si fuera a un parque temático. Filas interminables. No saber si podrás montar en esa atracción porque se ha llenado. La sensación de las montañas rusas en que dudas de si los enganches de seguridad funcionarán. Comida basura... Cada día es siempre una incertidumbre. Y es que nos va el riesgo :)

    Un beso (adrenalítico)

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    1. Lo del parque temático es bastante ajustado...Reúne los ingredientes adecuados para serlo además de tener un desenlace siempre inesperado. Es también como un huevo Kinder... pero sin chocolate... Porque la parte dulce aún no se la he encontrado... jejeje... besotes.

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  6. Supongo que sabiendo a lo que vas todo se hace más soportable. Si queremos volar baratuno pues es esta compañia la más barata.

    Sólo volé una vez con ellos a Roma, la ida, razonablemente bien, la vuelta fue muy molesta pero por la educación de los pasajeros. lo dicho, hay que saber a lo que va uno.

    Por cierto, qué tal el destino, una vez olvidado el cacharro con alas suponto que te lo pasarías bien.

    Un abrazo

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    1. Querido Argax, el precio influye y también la accesibilidad y supongo que de alguna forma es una tipo de aventura que me estimula... El viaje en sí fenomenal, tanto Lombardía como Rep. Checa, Polonia y Eslovaquia... El este sigue siendo rico y alejado, pero mantiene el peso de nuestra historia reciente... Os iré contando con fotillos poco a poco. Besotes.

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  7. Nunca he viajado con esta compañía, aunque por lo que veo, leo y escucho tiene pinta de tortura aérea.
    Espero que vaya todo bien y disfrutes del viaje, dentro de poco estrenaré experiencia audivisual... Te mantendré informado. :)


    Saludos.

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  8. Por favor no dudes en hacerlo, ya sabes que te sigo... Un abrazo, ya estoy de vuelta pronto colgaré fotitos.

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  9. Lo confieso: también he viajado con Ryanair alguna vez (Faro-Madrid) y me he identificado con todo lo que dices.
    En la carrera hacia el trono gano siempre y una vez una señora se mosqueó y dijo que yo era "poca cosa" y que debería cederla el asiento porque ella era "gran cosa".

    Eso si, ya paso... por el momento jajajaja
    Es que me caen fatal...

    Besos

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    1. Son tan poco empáticos y están tan hasta el moño que lo pagamos los viajantes ilusionados... Creo que voy a descansar durante un año... Besines.

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  10. Cari, muy bueno. Lo que nos pasa es que con Ryanair ahorramos unos eurillos, tampoco muchos, no nos engañemos, que suelen las compañías aéreas jugar mucho con los ofertones pero luego no sé qué tipo de impuestos aplican, y tasas y demás, pero suele salir cinco euros más barato que un vuelo de los normales. El caso es que, Ryanair tiene de bonito que hace escalas en lugares atractivos. Girona, por ejemplo, algo que a un escocés medio de Glasgow tiene que llamarle la atención, o a un español ir a Bérgamo, y de paso visitar Milán, claro... este tipo de cosas que tiene, como ir desde Vigo a Ibiza... Un sufrimiento, si, pero vamos, quedémonos con lo positivo y es que es algo exótico.

    Bicos Ricos

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    1. Sí, lo cierto es que a mi lo que más me seduce es la posibilidad de viajar a Salónica, la isla de Kos o Tampere (por citar algún destino diferente) con tan solo una combinación de vuelos... Los contras ya los conocemos...Pero coincido contigo en el pro, que para mi es muy pro..Besetes.

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