Algo en mi interior se ha movido esta
semana. Sacudido entre la conciencia de "ser "y la inquietud de saberme frágil,
en constante evolución. No sé que fue, tal vez escuchar de nuevo una canción de esas que me estremecen
o ver la muerte y la pérdida pasando cerquita, acariciar con el frío invernal las paredes del tiempo y verlo desfilar implacable, sin reparos. Echar de menos mis lágrimas. Huir de febrero. Manifestar abiertamente que necesito a los Fisher...
¿O es esta la consecuencia última de todo este vendaval de sensaciones??? Quién sabe. Tal vez va siendo hora que se produzca el ansiado reencuentro, ese que he ido demorando, día tras día, con la excusa poco convincente de no estar preparado para afrontar una digestión de vísceras e introspección. No tengo la menor duda de su poder terapéutico y revulsivo. Pero me asusta revivir algunos momentos que dolieron y mucho, heridas que descubrí abiertas sin saberlo... Quizás es eso lo que me ha frenado, que se muevan cosas en mi interior, cosas que me comprometan con mis emociones, de esas que te hacen salivar en exceso o diluirte en la taza del w.c. "A dos metros bajo tierra" es, sin lugar a dudas, la serie más de verdad que conozco... Y como este, mi espacio, procura hablar de ese tipo de cosas, de las de verdad, de intentar ser coherente en esta vida ... pues eso, aquí va este post en su empeño de homenajear al peculiar y mágico mundo de Alan Ball. Quiero transmitir, a aquellos desconocedores de su existencia, una inmersión necesaria en este túnel personal, simbólico, metafísico y extravagante que es la serie, porque en ella, no lo dudéis, hallaréis muchas de las respuestas que andáis buscando.
Hablar de contenidos está fuera de lugar cuando esta es una invitación al descubrimiento, al viaje iniciático, al reflejo en ese espejo en el que todos nos miramos cuando las dudas inundan la razón.
No es sólo empatía con los personajes, eso sería anecdótico y casi irrisorio al lado de las constantes e infinitas proyecciones e identificaciones que sentí con cada unos de ellos. Evolucionar y crecer, descifrar enigmas tan ciertos, tan vivenciales, reconocer las miserias propias, el lado salvaje, la debilidad y la represión, el deseo, la ira, la pérdida y la despedida... La funeraria rebosa vida y los conflictos se deslizan por sus bisagras, la muerte se nos presenta como un estado abierto al debate en el que cada uno vive y siente en función de sus temores y creencias. Cada capítulo comienza con una muerte (la serie me ha permitido acuñar el concepto: "Muerte a dos metros", cuando escucho el relato de algún fallecimiento surrealista o inverosímil) que sirve como hilo conductor para desmenuzar la psicología y reflexiones de las personas que han sufrido la pérdida del ser querido. Cada pérdida es una camino de no retorno.
Hablar de contenidos está fuera de lugar cuando esta es una invitación al descubrimiento, al viaje iniciático, al reflejo en ese espejo en el que todos nos miramos cuando las dudas inundan la razón.
No es sólo empatía con los personajes, eso sería anecdótico y casi irrisorio al lado de las constantes e infinitas proyecciones e identificaciones que sentí con cada unos de ellos. Evolucionar y crecer, descifrar enigmas tan ciertos, tan vivenciales, reconocer las miserias propias, el lado salvaje, la debilidad y la represión, el deseo, la ira, la pérdida y la despedida... La funeraria rebosa vida y los conflictos se deslizan por sus bisagras, la muerte se nos presenta como un estado abierto al debate en el que cada uno vive y siente en función de sus temores y creencias. Cada capítulo comienza con una muerte (la serie me ha permitido acuñar el concepto: "Muerte a dos metros", cuando escucho el relato de algún fallecimiento surrealista o inverosímil) que sirve como hilo conductor para desmenuzar la psicología y reflexiones de las personas que han sufrido la pérdida del ser querido. Cada pérdida es una camino de no retorno.
Cada muerte es un aprendizaje
para el espectador, que acepta con naturalidad, capítulo a capítulo, las
inclemencias del destino y descubre asombrado los recursos que el género humano
activa cuando no hay nada que hacer, más que aceptar el final. Alguien me dijo
el otro día que "sería muy
recomendable que todo el mundo la viera, para cambiar determinadas
actitudes". Y aunque ahora mismo esteis pensando que me pagan comisión los
de la HBO, debo deciros que estoy de acuerdo con esa reflexión. Porque mi vida cambió
un poquito desde que me emborraché de sus cinco temporadas. Porque me rompí, broté, soñé,
creí, lloré, vibré y sentí que hay muchas formas de contar historias, pero
ninguna me ha dado tantas emociones, ni tan ricas, intensas y complejas como esta. Disfrutadla. Y contádmelo, por favor.
.
Melvin,
ResponderEliminarpara mí una serie de culto,de las mejores que he visto y que mayor calado me han dejado.No le he dedicado una entrada en condiciones,sólo algún apunte suelto en mi casa anterior,pero suscribo cada palabra de la tuya.Estoy pensando en enlazarte....porque pienso igual,todo el mundo tendría que verla..
Bsts
Muy buena entrada,me gusta cómo escribes.
Todo el mundo habla maravillas de esta serie y la tengo pendiente en mi lista interminable de series a ver. Soy un gran fan de la HBO, que todo lo que rueda es con una gan calidad. Sólo ver su sello ya me garantiza que disfrutaré. A ver si cuando termino de ver las dos o tres que estoy viendo ahora le encuentro un hueco para disfrutarla.
ResponderEliminarUn beso (mortal)
Querido Melvin:
ResponderEliminarNo sabes como te entiendo. La televisión y lo que se produce para ella suele ser llanamente una mierda pinchá en un palo. Pero hay ciertas cosas que van más allá del mero producto de entretenimiento. A dos metros entra dentro de esa categoría, pero a la vez es mucho más.
Después de mucho tiempo esperando estas navidades mi querida hermana y madre se decidieron por regalarme las temporadas en su formato DVD y sólo con recibir el golpe del nombre de la serie asomando del papel de regalo ya me sonreí. Porque esta serie mejora con los múltiples visionados, es una obra viva porque habla de muchas cosas, tiene intención de ser universal y eso para variar, esa apuesta valiente ya vale una oportunidad para los Fisher.
El simple planteamiento de familia "disfuncional" que vive alrededor de la muerte ya señala lo que vamos a encontrar. No es lo que acabo de poner una definición muy atinada de la vida?
No creo que nunca me canse de verla y el último capítulo, el último capítulo es simplemente demoledor. Cuando todo se rutiniza y pierdo la perspectiva me lo pongo y el simple hecho de enseñar cómo las vidas transcurren todas hacia el mismo sitio ya es una inyección de energía.
En Televisión he aprendido muchas cosas algunas más útiles que otras. Pero dos series me parecen imprescindibles:
Doctor en Alaska (la importancia de la vida y la construcción a base de decisiones de la realidad propia) y A dos metros bajo tierra (la muerte, los límites, el valor y mucho más...)
Melvin, me alegro mucho de compartir esta "querencia".
He visto, creo un capítulo y medio, pero si que me gustó y algún día me haré con ella, seguro.
ResponderEliminarA mi el tema de la muerte no me asusta, es la gran justiciera, la benevolente aliada que nos saca de este limbo y que nos acompaña siempre.
No me asusta ni me apena mi propia muerte, la de los seres que amo si que me duele y me desborda en mi silencio, pero es parte de la vida.
Melvin, el que busca en su interior se enfrenta a si mismo y las heridas a veces se abren, pero el instinto (o intuición, que me gusta más porque es más profunda y menos visceral), nos dice cuando si y cuando no... Ir a la raíz a veces trae más dolor, otras, liberación.
La vida es un gran misterio!!!
Besos mi querido Melvin, te abrazo fuerte
TROYANA: Gracias amiga, habla el corazón palpitante... Difícil tarea la de resumir o esencializar una serie tan compleja como esta joyita... Me alegra saber que compartimos el amor por los Fisher. Enlázame, estaré encantado de expandir su mensaje. Un placer tu visita, siempre. Besotes.
ResponderEliminarMelvin,
Eliminaral final,me animé.Pásate cuando puedas por mi blog.
bsts
¿Eres consciente de que estamos cumpliendo una función social? Insisto. Muchas cosas cambiarían si todo el mundo se metiera dentro de esa funeraria. Un besote.
Eliminarja,ja,ja
Eliminarme encanta eso de la función social,porque además,para mí,es un verdadero placer.
Bsts
De este empeño mutuo sale algún fan nuevo jajjajaja... Ya verás! Besotes.
EliminarPARMENIO: Pues acaba pronto esas series que tienes abiertas (Por cierto, cuales son???) y métete de pleno en la funeraria que tengo ganas de compartir impresiones contigo. Creo que no hay ningún tema universal que no asome por sus cinco temporadas. Ánimo!!! Un abrazo y un besote muy vitales.
ResponderEliminarTengo abiertas ahora Dexter que comparte protagonista con Dos metros bajo tierra. True blood que me encanta ese ambiente sureño típico de Nueva Orleans,el Sherlock Holmes de la BBC que me parece una gran adaptación a los tiempos modernos y Glee, que ya sé que es una tontada, pero es que desde niño soy un fanático de los musicales y no puedo evitarlo jejeje
EliminarTambién tengo por ahí pendiente la de Queer as folks, que vi la primera temporada y quiero recuperarla. Y en cortas estoy viendo Friends que no seguí en su momento y que voy ya por la 7ª temporada y The Big Bang Theory que la llevo al día.
Entre mis favoritas que ya he terminado han estado Doctor en Alaska, El ala oeste de la casa blanca y la maravillosa Los Soprano.
Pero como tengo poco tiempo, va por rachas y las series me duran una barbaridad :)
Un beso (de un serial kisser)
PARMENIO: Compartimos Dexter y True Blood. Yo también tengo varios frentes abiertos Madmen, Harper's island, Juego de tronos, In treatment, Daños y perjuicios... Las series ofrecen últimamente más calidad, compromiso, crítica y riesgo que el cine. Creo que esa es la razón de este boom masivo de seguidores de historias con larga continuidad. Un besote (De un Fisher declarado a uno potencial).
EliminarNunca he visto una forma mas inteligente de profundizar en el alma humana y al mismo tiempo entretener enormemente. Sin duda mi serie favorita de todos los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo
Uno: Y encima cada sesión es una terapia... Jejeje... Me resulta difícil imaginar un retrato más certero de la humanidad. Besote.
EliminarVi algunos capítulos pero luego dejé de seguirla.
ResponderEliminarAhora me arrepiento.
Saludos.
TORO: Pues siempre estás a tiempo de no arrepentirte. Anímate. besote.
EliminarARGAX: Gracias querido Argax, la frase "compartir esa querencia" ha perforado alguna de mis válvulas bañadas en sensibilidad, ya estoy en el síndrome del visionado y mi percepción de las cosas está a flor de piel. Soy un Fisher más, quiero serlo. El último capítulo es sencillamente una alegoría, comprimida en 50 mts, de lo que es en esencia la vida y como la pérdida y la muerte nos hacen comprender su sentido. Alan hasta el final... coherente y objetivo. Qué elegancia la suya y que construcción de personajes... Los actores, todos, en estado de gracia... Ahora se me cae una lagrimilla, qué estúpido y qué humano a la vez. Un besote guapo, suscribo cada una de tus líneas.
ResponderEliminarVERONICA: Pues mi querida Veronica, estoy convencido de que quedarás atrapada bajo sus redes... Y reconozco, egoistamente, que me encantaría que ya la hubieras visto para hablar de tantas cosas... En este mundo virtual donde es tan fácil caer en la ficción, te siento real y cercana; próxima en las inquietudes y dramática en las descripciones, sensible y apasionada, intensa y amante de la soledad bajo el influjo de la luna... No me cabe duda... Los Fisher algún día también serán tus cómplices. Un besote (Como diría Anne Shirley) de tu espíritu afín.
ResponderEliminarPasé una temporada muy feliz viendo día si y día también tanto a Los Soprano como A Dos Metros Bajo Tierra, sencillamente geniales una y otra. Aunque hoy toca hablar de la segunda. Yo le pongo alguna pega, porque hay algún personaje que sencillamente no soportaba, pero en todo lo demás, de acuerdo, y será por esa cultura de mi familia con respecto a la muerte, que siempre la hemos visto muy cercana, siempre hemos comprendido que a todos nos llega el momento y que echarse unas risas en un velatorio no es nada malo. Hace unos días volví a bajarme los dos primeros capítulos, y no es lo mismo que la primera vez.... eso si, en mi mente siempre el final de la serie, sencillamente genial.
ResponderEliminarBicos Ricos
PIMPF: No es lo mismo, efectivamente, pero ahora que conozco de antemano las psicologías le saco más partido a las interpretaciones y a su evolución como personajes. Cómo vivimos la muerte debiera ser una enseñanza igual que la sexualidad, el civismo, o la religión... Seríamos más terrenales y amantes de lo pequeño, de lo espontáneo... Que bueno lo de tu familia, es la mejor actitud. Un besote.
ResponderEliminarque puedo decir de esta serie querido Melvin, que no sepas tú.La considero parte de nuestra biografia , mientras iba avanzando en capitulos y temporadas íbamos conociendo , te acuerdas???
ResponderEliminarpara mi siempre habrá un paralelismo entre el maravilloso descubrimiento de " A 2 metros Y EL de tu persona
para siempre....
Supongo que la fascinación y el dolor van tan de la mano en nuestra relación como en el germen de la serie. Estar es un éxito y cuidarnos en las ausencias también lo es. La expresión "siempre" ha adquirido una connotación diferente en mi, quizás más comprometida si cabe. Por eso digo:" siempre Xanita".
ResponderEliminarAterrizo por aquí desde el blog de Troyana. Como dije en su blog, yo voy por la segunda temporada. Me encanta la serie, el trasfondo de las historias, el hecho de que todos y ninguno sean los protagonistas de ella. Me encanta que sea una serie tan "de verdad". No hay nada fantástico, no hay mounstruos ni islas ni "Dharma" (con todo mi respeto a esa otra serie, que tan buenos ratos me hizo pasar)Sólo hay humanidad, historias de gente de verdad. No apta para fans de la ficción. Me gusta disfrutarla poco a poco. Para que no se termine pronto.
ResponderEliminarSaludos.
BRUJA TRUCA: Pues en mi revisión de la serie, aterrizo en el final de la primera temporada y me descubro emocionado y ávido de más. Ya he sucumbido de nuevo, es inevitable. Bienvenida Bruja Truca, disfrútala mucho. Un besote.
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