¿ves esa copa de vino? Es de cosecha del 98 ¿te suena? Muy astuto. Sí, el año en que me abordaste en aquel ferry, mientras vomitaba mi sándwich vegetal contra el cristal, para decirme que era un rayo de luz en medio de la tempestad. Bien, pues ese vino de cosecha del 98 será el cronometro que determine el momento en que saldré por esa puerta, justo después de beber el último trago. Como ves, todo nace y muere en ese 98. Ahora brindemos. Intentaré estar menos seria después del trago. No pongas esa cara de sorpresa, no te estoy hablando de nada nuevo. Somos una sombra de lo que fuimos, un reflejo remoto de dos jóvenes envejecidos antes de tiempo, dos mentiras que ya no se encuentran bajo las sábanas. (Riéndose de repente) Perdona, es que has puesto esa cara de Clint Eastwood con ganas de partirle la cara a una pared… Pero no te enfades, todo empieza por aceptar que llegó el final. Sin rencor, encontrándonos con una sonrisa en cualquier esquina y con ganas de contarnos cosas. Algo infinitamente más agradable que recortar cabezas en todas las fotos que compartimos o amenazarnos mutuamente con borrar la memoria común para ejecutar una venganza sin sentido. (Bebiendo de nuevo) No te engañes. Yo no soy una esperanza para vencer tu miedo a la soledad, sólo soy una excusa para no caer de ese pedestal que has construido para ti y del que te acojona bajar. No llores, por favor, hago esto por los dos; tu eres incapaz de tomar decisiones, demasiado práctico quizás…¡No llores, por dios! Está bien, ¿quieres que juguemos a ver quién es más culpable? (comienza a llorar) no pretendo….joder, no tenía que haber venido. No pretendo ser dura contigo, aunque ahora mismo tengo ganas de estrangularte; es sólo que necesito que me grites, que me digas que estoy equivocada, que no te rindas con tanta facilidad... ¿Para que has venido sino…? Agachas la cabeza y lloras. Pobrecito, quieres que te compadezca. Esperas impasible a que beba el último trago, para darle un sentido al abandono, para revolverte en tu propia mierda y atormentar a la primera que se cruce en tu camino... porque aceptaste la derrota antes de despegar los labios. ¿Y yo, qué pasa conmigo?…Regalándole caricias a tus silencios, decorando con armonía cada mala cara, dispuesta a morderme la lengua para no desvelar tus sueños, esos sueños que no existen y que hablan de cosas en las que no participo…¿No te das cuenta, verdad? Soy infeliz, un estado que muy poca gente sabe definir con exactitud…Pero mira mi cara ¿qué ves?… Eso es, nada. Bueno, ya he tenido bastante, me gustaría decir que te entiendo, pero no es así. Lo siento, hubiera preferido cruzarme contigo en cualquier esquina. (Toma la copa y se dispone a beber el último trago. El la detiene con dos palabras.) ¿Qué has dicho?….
El mundo es guiado por el artificio y en la era de la imágen, este propósito, es lo más autentico que, creo, puedo reivindicar.
sábado, 5 de noviembre de 2011
THE END
¿ves esa copa de vino? Es de cosecha del 98 ¿te suena? Muy astuto. Sí, el año en que me abordaste en aquel ferry, mientras vomitaba mi sándwich vegetal contra el cristal, para decirme que era un rayo de luz en medio de la tempestad. Bien, pues ese vino de cosecha del 98 será el cronometro que determine el momento en que saldré por esa puerta, justo después de beber el último trago. Como ves, todo nace y muere en ese 98. Ahora brindemos. Intentaré estar menos seria después del trago. No pongas esa cara de sorpresa, no te estoy hablando de nada nuevo. Somos una sombra de lo que fuimos, un reflejo remoto de dos jóvenes envejecidos antes de tiempo, dos mentiras que ya no se encuentran bajo las sábanas. (Riéndose de repente) Perdona, es que has puesto esa cara de Clint Eastwood con ganas de partirle la cara a una pared… Pero no te enfades, todo empieza por aceptar que llegó el final. Sin rencor, encontrándonos con una sonrisa en cualquier esquina y con ganas de contarnos cosas. Algo infinitamente más agradable que recortar cabezas en todas las fotos que compartimos o amenazarnos mutuamente con borrar la memoria común para ejecutar una venganza sin sentido. (Bebiendo de nuevo) No te engañes. Yo no soy una esperanza para vencer tu miedo a la soledad, sólo soy una excusa para no caer de ese pedestal que has construido para ti y del que te acojona bajar. No llores, por favor, hago esto por los dos; tu eres incapaz de tomar decisiones, demasiado práctico quizás…¡No llores, por dios! Está bien, ¿quieres que juguemos a ver quién es más culpable? (comienza a llorar) no pretendo….joder, no tenía que haber venido. No pretendo ser dura contigo, aunque ahora mismo tengo ganas de estrangularte; es sólo que necesito que me grites, que me digas que estoy equivocada, que no te rindas con tanta facilidad... ¿Para que has venido sino…? Agachas la cabeza y lloras. Pobrecito, quieres que te compadezca. Esperas impasible a que beba el último trago, para darle un sentido al abandono, para revolverte en tu propia mierda y atormentar a la primera que se cruce en tu camino... porque aceptaste la derrota antes de despegar los labios. ¿Y yo, qué pasa conmigo?…Regalándole caricias a tus silencios, decorando con armonía cada mala cara, dispuesta a morderme la lengua para no desvelar tus sueños, esos sueños que no existen y que hablan de cosas en las que no participo…¿No te das cuenta, verdad? Soy infeliz, un estado que muy poca gente sabe definir con exactitud…Pero mira mi cara ¿qué ves?… Eso es, nada. Bueno, ya he tenido bastante, me gustaría decir que te entiendo, pero no es así. Lo siento, hubiera preferido cruzarme contigo en cualquier esquina. (Toma la copa y se dispone a beber el último trago. El la detiene con dos palabras.) ¿Qué has dicho?….
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Qué peligro tienen esas palabras que se dicen cuando el otro calla dispuesto ¿? a irse...
ResponderEliminarBesos Melvin, has hecho una radiografía
ANANDA: Creo que es la situación en la que más intensamente he sentido que se paraba el tiempo... Aceptar que ya no es lo que era, que quien habla en frente de ti comienza a ser alguien extraño y confuso...Uffff!Besete wapa.
ResponderEliminarDe todas formas cuando una persona siente que ha llegado a un punto de no retorno ni siquiera esas dos palabras hacen que se pueda desandar lo andado.
ResponderEliminarBesos.
CHRISTIAN: Siempre he sido persona de segundas oprtunidades. Pero las esperanzas de vida e ilusión en la pareja, no suelen ser como el ave Fénix. Un besote
ResponderEliminarAntes de todo me encanta el texto.
ResponderEliminarEn cuanto a las relaciones, personalmente creo que cuando se tiene la sensación de que hay que pararse a hablar de ello, es el momento de hacer la maleta.
Un abrazo
UNO: Mi inteligencia emocional aún no se ha aprendido esa lección querido amigo, aunque la racional comparte del todo tu opinión. No hay dorso tras una emoción extinta y si existe... Es contraproducente... Jejeje, lo sé pero es que... Es tan difícil. Un besote.
ResponderEliminarSupongo que cuando se llega a ese punto en una relación de sentir frialdad e indiferencia, lo mejor es decir adiós y que te vaya bonito.
ResponderEliminarUn saludo
XAS: Querido Xas, a mi entender no existen fórmulas mágicas y ni siquiera lo obvio puede ser definitivo... Pero hay que saber aprender a escuchar(se) para entender cuando algo ha llegado a su fin. Un abrazo.
ResponderEliminarmi pierna aún mantiene las huellas de aquel palo de micro sujetado por ella. Y una vez y otra y otra, pero ¿y lo bien que lo pasamos en el restaurante K? Quedará la esencia. SIEMPRE!
ResponderEliminarPAULA: Los bastidores y el making off... Siempre queda un sabor a deleite en la memoria... Son esas cosas minúsculas que nunca se olvidan. Besete.
ResponderEliminarLa inacción y la acción separadas sólo por dos palabras capaces de cambiar el curso de una historia....
ResponderEliminarMe ha encantado!!
Un abrazo
deWitt: En ocasiones dos palabras sobran para cambiar el rumbo de las cosas... Aunque no exista ninguna garantía de nada... Un abrazo deWitt.
ResponderEliminarNo sé si lo habrás escrito por experiencia o imaginándote simplemente la escena pero lo has mostrado tan bien... Es terrible estar intentando que alguien delante tuyo reaccione y no conseguirlo, ni para bien ni para mal, y ni si quiera tú sabes qué es bien y qué es mal...
ResponderEliminarCris. (Me sigue sin permitir comentarte desde la cuenta del blog...)
CRIS: Un poco de todo Cris, ya sabes, el inconsciente también habla. La voz de la experiencia... se filtra en la ficción y en la prosa.
ResponderEliminarPues me apareces como Cris, no como anónima.
Un besito cacereña.
Porque con esta cuenta también tengo perfil en blogger (un blog para hacer pruebas, ni caso).
ResponderEliminarMe suena!
ResponderEliminarY realmente es muy cierto todo esto, que gran "monólogo" jejeje, en muchísimas ocasionse me he sentido como la personaje de este post, y quizá haya sido sonar esas dos palabras y haber una oportunidad para que esas dos palabras volviesen a sonar otra vez. Claro que todo tiene un límite, el 98.
Bicos ricos
PIMPF: Como la vida misma... Creo que todos hemos pasado por ahí en alguna ocasión. Es un lenguaje universal el de comerse doble ración de ostia (emocional y moral) cuando la otra persona no tiene nada que decir. Un besote, bonico.
ResponderEliminarEs facil reconocer esasituacion, donde no consigues que la otra persona reaccione, y porque sguramente lo que te dijera no te iba a gustar lo mas minimo. Si supieramos exactamente el momento donde, ya no debemos luchar por una relacin, esa famosa frse que dice una amiga "ESTO ESTA MUERTO"
ResponderEliminarque bueno seria.. un beso cielo
XANA: Y aunque, la mayoría de las veces duele mucho... qué bien que la voz amiga sepa recolocar y preparar el camino... Eso es algo que sigo aprendiendo en el día a día. Un besote.
ResponderEliminarA veces vivimos en emociones pasadas, intentamos no soltarlas, las agarramos bien fuerte para no tener la sensación de perdida, pero llega un momento en que nos damos cuenta que ya no hay nada que hace tiempo, sin darte cuenta lo dejaste caer y allí se quedó. Increíble el texto!
ResponderEliminarKAOS: Y que dura la aceptación de ese hecho, que malsana la atmósfera pero que necesaria para seguir caminando... Un besote y bienvenida.
ResponderEliminarSomos sombras extinguiéndose.
ResponderEliminarCada día más.
TORO SALVAJE: Viendo tu foto-nick no puedo más que corroborarlo jejeje... Te has quedado muy oscuro... Fuera de bromas. Entiendo lo que me dices desde la pérdida de la identidad y la libertad individual. Cada vez más dependientes emocionalmente y menos libres...Un abrazo.
ResponderEliminarLlego un poco tarde a esta ruptura. El texto es magnífico, ojalá pudiera grabarlo en una especie de memoria interna fiel a lo que percibe y si alguna vez tengo la ocasión soltarlo así, tal cual, como por coma, palabra por palabra.
ResponderEliminarNecesitamos de los demás, pero es difícil distinguir cuando entramos en la etapa vampírica de una relación, a mí me ha pasado, he sido víctima y verdugo. En mi entorno pasa, veo gente que afronta con valor la coyuntura y otros que simplemente siguen hasta el día que se les borra la expresión del rostro.
El final... Yo lo cojo y lo mato.
Un beso
ARGAX: La esencia de la infelicidad humana es esa especie de parálisis que nos bloquea en los momentos cruciales de la vida ¡Cuánto dolor inútil! ¿No? Y qué difícil resulta reaccionar a tiempo...Un abrazo Argax, te estaba esperando. Muaka.
ResponderEliminarEsto resume lo que alguna vez me ocurrió... dilatado en tiempo! un beso apasionado Mr. Melvin!
ResponderEliminarBULULÚ: Aunque difícil de aceptar... Tras la tragedia del desencuentro comienza la vida, de nuevo... Besote.
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