domingo, 22 de marzo de 2009

UNA PÁGINA EN BLANCO


Hay veces en las que uno tiene la impresión de enfrentarse a una página en blanco en el libro de la vida. Una parada en el tiempo que requiere de atención extraordinaria, por no tratarse de nada rutinario y cotidiano, para escribir con buena letra y pulso sereno todo aquello que está sucediendo y que está dejando algún tipo de huella. Últimamente me he sentido así, como si hubiera llegado a un momento de mi vida que me pide serenidad y sosiego para que la página sea clara, legible y sin tachones. Quiero disfrutar de esta escritura, convertir esas hojas diáfanas en una buena plataforma para mi caminar. Lo bonito del proceso es, quizás, poder permitirnos, de cuando en cuando, mirar alrededor y comprender que detrás de las hojas sin escribir vuelven a haber hojas escritas y repletas de cosas sorprendentes. ¿No es esa la magia de la vida?

6 comentarios:

  1. Exacto, no sabemos lo que nos espera al pasar la página.

    Sigue leyendo.

    Sigue escribiendo.

    Sigue caminando la vida.

    Te envío un beso desde mi propia senda.

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  2. Siempre me produce cosquillas en el estómago ese pasar de página, ese escribir una nueva historia. Unas veces lo afronto con mucha ilusión , otras, con miedo de no estar a la altura..., con miedo a los tachones... sensaciones que me dicen que estoy creciendo .
    Esa es la magia de la vida

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  3. El futuro es tan irrevocable como el rígido ayer....

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  4. Aprovecho tu blog para darte denuevo mi enhorabuena por 68.
    Un trabajo que se adivina minucioso y, qué decir?, deja un regusto excelente en el pensamiento y en el corazón.
    Ofrecenos más!

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  5. Gracias misteriosa ninfa, el dolor y el silencio de esa gestación minuciosa se vieron recompensados con algo insustituible para mi... Sentir que esos personajes estarán vivos en la memoria y el palpitar de algunos de los corazones presentes. Un besito allá donde descanses...

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  6. Mucho tiempo sin dedicarle un ratico a tu blog. Un día de estos, por puro orgullo, tu blog se irá, como los libros prestados, para no volver jamás.

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